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Una terna de tres

Por primera vez, desde que fue creada la Fiscalía General de la...

5 de noviembre de 2010 Por: Diego Martínez Lloreda

Por primera vez, desde que fue creada la Fiscalía General de la Nación, un Presidente de la República ha conformado una terna de tres verdaderos candidatos para ocupar ese cargo. No es un pleonasmo. Lo que ocurre es que se volvió costumbre que los mandatarios enviaran para ese cargo ternas de un sólo candidato, es decir, un elegible y dos rellenos, para que la Corte Suprema de Justicia no tuviera más remedio que escoger al que el gobernante deseaba. O lo que es peor, que enviaran ternas de cero elegibles, en donde ninguno de los tres aspirantes tenía las cualidades para desempeñar, con solvencia, tan importante cargo. Que parece ser el caso de la terna que envío el gobierno anterior.No nos digamos mentiras. Los sucesivos gobiernos se han preocupado más por tener fiscales de bolsillo que por poner en un cargo tan clave al mejor jurista que puedan encontrar. Álvaro Uribe, por ejemplo, primero hizo elegir a un subalterno de un subalterno suyo --el entonces viceministro de Justicia Mario Iguarán-- y luego pretendió llevar a esa posición alguien que quedara tan agradecido por alcanzar semejante honor, que estuviera dispuesto a compensar ese favor eternamente.Con esos antecedentes, hay que destacar el gesto del presidente Santos de conformar una terna integrada por tres ‘pesos pesados’, cualquiera de los cuales es apto para asumir el cargo.Por su trayectoria profesional y académica, el mejor candidato parece ser Juan Carlos Esguerra, quien ha sido ministro de Defensa, constituyente, embajador en Washington y, lo que es más importante, profesor por más de 30 años de Derecho Administrativo, Derecho Constitucional y Económico.Pero, tanto Carlos Gustavo Arrieta, ex procurador, ex miembro del Consejo de Estado y cotizado consultor jurídico, como Vivian Morales, ex asesora de la Asamblea Nacional Constituyente y congresista seria y aplicada durante doce años, también tienen los méritos para ejercer el cargo. O, al menos, poseen muchos más credenciales que la mayoría de los personajes que han desempeñado esa función.Como era previsible, ya le han surgido ‘peros’ a la terna. El primero de ellos, que ninguno de sus integrantes es penalista. Lo cual sería deseable, pero no imprescindible, porque el elegido puede poner como vicefiscal a alguien que llene ese vacío. Más importante que ese conocimiento académico, que igual se puede adquirir, es que el elegido llegue al cargo gracias a su hoja de vida y a sus logros y que no sea un aparecido a quien le hicieron un favor con el fin de cobrárselo luego. Lo otro que les cuestionan es aún más irrelevante: que son liberales. Algunos ‘goditos’ voraces ya han salido a reclamar porque no se incluyó en la terna a un conservador. Pero, por supuesto, el origen partidista del nuevo fiscal es lo de menos. Lo importante es que sea un buen jurista y, como ya dije, alguien independiente y respetable.Lo cierto es que, no sé si con intención o sin ella, Santos hizo quedar muy mal a sus antecesores, al demostrarles que sí se le pueden dar a la Corte opciones para que elija a un buen Fiscal. Y lo que es más importante, ese tribunal ya no tiene excusas para no elegir el Fiscal, con lo cual, de seguro, la interinidad en un cargo de tal importancia, pronto llegará a su fin.

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