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Siquiera rechazaron las firmas

¡Tranquilos! no me enloquecí. Ni tampoco formo parte de la mafia que...

26 de agosto de 2011 Por: Diego Martínez Lloreda

¡Tranquilos! no me enloquecí. Ni tampoco formo parte de la mafia que está temblando ante la perspectiva de que una persona decente llegue a la Alcaldía y le ponga tate quieto a las trapisondas que allí ocurren hace rato.Lo que sucede es que la grotesca jugada mediante la que se pretendió dejar por fuera de la contienda electoral a dos de los más calificados candidatos para el primer cargo del Municipio, sirvió para destapar muchas cosas que huelen a feo.Y lo primero que quedó clarísimo es que los bandidos que están enquistados en el Municipio se encuentran dispuestos a hacer lo que sea para evitar que alguien limpio triunfe en los comicios.En lo personal, no tengo la menor duda de que la descalificación de las firmas de estos candidatos fue la primera zancadilla que le pretendieron poner a la candidatura de Rodrigo Guerrero. Pero ojo, no va a ser la última. Y debido a la torpe obviedad de esta jugada ya quedamos avisados.Gracias a este episodio, los colombianos nos enteramos también que la Registraduría no cuenta una a una las firmas que recolectan quienes desean inscribir su candidatura con respaldo popular. Y que aplica una compleja fórmula estadística para contar esos apoyos. Que, por lo complicada e ininteligible, parece diseñada para meter goles como el que les quisieron hacer a Guerrero y a Susana.Usar estadística para contar las firmas equivale a que no se cuenten todos los votos que se depositan en una elección sino que se aplique un muestreo. Que siempre tiene un margen de error, como terminó admitiendo el cínico Registrador Nacional, después del escándalo que se armó. Por ello, lo primero que debe hacer la Registraduría es acabar con esa fórmula y disponer que en lo sucesivo se cuenten todas y cada una de las firmas que presenten los candidatos. Así tengan que contratar a mil personas para hacerlo. Tal como proceden para las elecciones, en las que vinculan a un ejército de supernumerarios. Esos son los costos de la democracia. Otra cosa que tenemos que agradecerles a quienes urdieron esta estratagema es que gracias a ella en las próximas elecciones no tendremos al frente de una de las dependencias más importantes del órgano encargado de contar los votos, a un individuo que es amigo íntimo de una de las más íntimas amigas de Juan Carlos Martínez, el personaje que pretende apoderarse del Municipio de Cali al costo que sea. Lo cierto es que quienes concibieron este complot no imaginaron la reacción que éste iba a generar. Y que, del Presidente de la República para abajo, todas la autoridades se iban a ocupar de que esta situación se aclare.Gracias a ellos, los ojos de todo el país están puestos sobre las elecciones en el Valle. Con lo cual, les va a quedar mucho más difícil torcer la voluntad popular el próximo 30 de octubre.PD: Cuando logren desenmascarar al ‘cerebro’ de esta movida, en lugar de pedir que lo sancionen, Guerrero lo debería nombrar su jefe de debate; sospecho que nadie va a ayudarle a recolectar más votos que los que ese personaje le consiguió con su ‘brillante’ idea.

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