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El ‘mago’ Martínez

En las elecciones de Gobernador del Valle de octubre pasado, hasta...

6 de julio de 2012 Por: Diego Martínez Lloreda

En las elecciones de Gobernador del Valle de octubre pasado, hasta el boletín 7 u 8 el ganador era Jorge Homero Giraldo. En ese momento nadie dudaba que el nuevo mandatario regional sería Jorge Homero, pues la experiencia demuestra que cuando esa tendencia se mantiene durante tantos boletines, es muy difícil que varíe. Sin embargo, hacia las 5 y 30 de la tarde ocurrió lo impensable: hubo un breve corte de luz en la Registraduría y cuando el servicio volvió y se emitió el siguiente boletín, Héctor Fabio Useche apareció arriba por unos miles de votos. Y de ahí no se movió.En la elección de Alcalde de Cali, en 2007, ocurrió otra ‘curiosidad’. Las cuentas de las campañas eran que para ganar se requerían 200.000 votos, pues cuatro años atrás Apolinar Salcedo, el ganador, había obtenido 160.000 votos. Los gurúes electorales calculaban que con el crecimiento de la población apta para votar, la cifra necesaria para ganar ese año eran 200.000 sufragios. Sin embargo, la sorpresa fue grande cuando Jorge Iván Ospina sumó 260.000 votos.En los comicios legislativos del 2010 se presentó otro hecho extraño. Juan Carlos Rizzeto (QEPD), un desconocido sin la menor trayectoria política obtuvo 70.000 votos, votación superior a la que alcanzó Germán Villegas, uno de los grandes electores del Valle.¿Qué tienen en común estas victorias ‘atípicas’ de Useche, Ospina y Rizzeto? Que esas tres candidaturas fueron apoyadas por Juan Carlos Martínez. Y es que en los últimos años el exsenador se convirtió en el ‘mago’ para ganar elecciones en la región. Candidato que ungía, resultaba elegido. En el 2010 logró elegir 7 congresistas. Y en el 2008 había puesto Alcalde de Cali y Gobernador del Valle. Estábamos convencidos que los votos de Martínez eran ‘trabajados’, nombre eufemístico que los políticos dan a los votos que se consiguen a punta de clientelismo, contratos, cupos del Sisbén y demás gabelas que suelen ofrecer para conquistar a los votantes. Pero el intento de fraude descubierto el pasado fin de semana parece indicar que el truco del ‘mago’ Martínez para ganar los comicios es mucho más complejo que simple clientelismo. Aciertan las autoridades al vincular al exsenador a la investigación por ese presunto fraude: él sería el gran beneficiado con ese ‘tongo’ electoral. Pero como tan culpable es el que peca por la paga como el que paga por pecar, hay que esculcar muy bien en la Registraduría y en el Consejo Nacional Electoral porque el grado de sofisticación de la ‘registraduría paralela’ en buena hora detectada por la Policía y la Fiscalía, hace pensar que hay peces muy gordos involucrados en esta conspiración criminal contra la democracia.Lo cierto es que esa ‘registraduría paralela’ estaba tan bien montada que es difícil creer que se estuviera estrenando para estos comicios. Además, desde hace rato existían en poder de las autoridades denuncias sobre la manipulación de los datos electorales.La única forma de evitar que las elecciones se sigan ganando en la Registraduría es poniendo a buen recaudo tanto a quienes pagaron porque se alteren los datos electorales como a quienes eligieron el mal camino y por unas monedas traicionaron su misión de ser los garantes de la voluntad popular. No hay otra elección.

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