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El concejal Malo

Los veteranos concejales de Cali están al borde del colapso. Acostumbrados a...

12 de octubre de 2012 Por: Diego Martínez Lloreda

Los veteranos concejales de Cali están al borde del colapso. Acostumbrados a cogobernar y a que los gobiernos municipales les den toda clase de ‘incentivos’ para que les aprueben sus iniciativas, se chocaron con un Alcalde que no le jala a ese chantaje.En la administración anterior vivieron los gozosos. Les dieron generosa participación burocrática, que incluyó el nefasto programa de los Guardias Cívicos en el que cada concejal tenía su cuota. Los contratos pulularon y hasta disponían de una partida, denominada PIC (Partida Integral de Concejo) para que orientaran la inversión del Municipio de acuerdo a sus intereses políticos. Obviamente, durante esos años, Concejo y Gobierno Municipal disfrutaron una constante luna de miel, en la que el uno le daba el otro lo que más le gustaba y viceversa. Pero llegó a la Alcaldía Rodrigo Guerrero, quien conoce las mañas de los cabildantes porque los tuvo de colegas por casi cuatro años. Y aunque, hacían sus acuerdos con Ospina a espaldas de Guerrero, este con su cara de yo no fui, de más de una jugada se percató. Y les tiene medido el aceite.Total, los concejales llevan diez meses sin contratos, sin guardas y sin PIC. Es decir, sin el combustible que precisan para engrasar su maquinaria. Y se han dedicado a presionar a la Administración para que afloje. Lo primero que hicieron fue meterle operación tortuga a las iniciativas claves del Gobierno, como la transformación de Emcali. Dado que esa estrategia no funcionó, pasaron al plan ‘b’: pusieron a Carlos Pinilla Malo de ponente del proyecto de presupuesto, iniciativa vital para la Administración. Aunque ya había consenso para que esa función la desempeñara Jairo Hoyos, los dinosaurios del Concejo lograron torcer ese compromiso e imponer al concejal Malo.El mensaje que buscaron enviarle al Alcalde con esa jugada fue claro: o se muestra más colaborador, o habrá boicot total a la iniciativa presupuestal. Hay que decir que el concejal Malo, único supérstite del clan que mangoneó al Cabildo en la anterior Administración, conocido como los ‘Mipichi’, es muy bueno para esas trapisondas. Entre otros ‘logros’ que le debe la ciudad al concejal Malo está la aprobación del proyecto que facultó a Apolinar Salcedo a tercerizar el recaudo tributario del Municipio, iniciativa de la que fue corresponsable.Y mientras Apolinar fue destituido por haber suscrito ese contrato, que le costó a la ciudad más de un billón de pesos según la actual Secretaria de Hacienda, el concejal Malo pasó de agache en su responsabilidad por ese atentado a las finanzas de la ciudad.Por ese ‘aporte’, y otros muchos que este personaje le ha hecho a Cali, admito que a mi sí me da ‘roncha’ no sólo que lo hayan puesto de ponente del presupuesto, sino que tipos como él sigan siendo concejales de la ciudad.Así que ojalá el concejal Malo me mande un frasquito de Caladryl para curarme esa picazón. Pero le recomiendo que guarde para él, porque confío en que el Gobierno Municipal no va a ceder a sus presiones. Con lo cual, su rasquiña puede ser mayor. Ojo, concejal Malo, usted, como médico que es, sabe que si su ‘roncha’ con el Gobierno Municipal persiste los próximos cuatro años, puede sobrevenirle una escarlatina.

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