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El complot

Sabotaje a las comunicaciones de la Gobernación; empleados que firman contratos...

27 de agosto de 2010 Por: Diego Martínez Lloreda

Sabotaje a las comunicaciones de la Gobernación; empleados que firman contratos a espaldas del Gobernador; mítines en los que participan tres gatos pero reciben amplia difusión; rumores de que el Mandatario regional ya renunció o que le nombraron reemplazo; abogados dedicados a esculcar la vida de Francisco Lourido para buscarle inhabilidades que no existen...En los mentideros políticos se afirma que estos hechos forman parte de un complot urdido por el ex gobernador Juan Carlos Abadía para entorpecer la labor que, contra viento y marea, está adelantando Lourido. Y sobre todo para evitar que el nuevo gobernador visibilice las ollas podridas que Abadía habría dejado en su funesta gestión. Y que ya han ido apareciendo.Como por ejemplo, el caos financiero que existe en el Departamento, que a estas alturas no ha hecho el cierre contable del año pasado. Con lo cual no ha sido posible establecer el verdadero monto del déficit que dejó como herencia el destituido Abadía. Conozco a Francisco Lourido y sé que si lo dejan, sacará a la luz pública lo ocurrido durante la era Abadía y le pondrá orden al despelote que éste legó. Eso es lo que teme Abadía y por eso no tendría nada de raro que estuviera dedicado a boicotear la gestión de su sucesor y a mover cielo y tierra para que lo remuevan del cargo y pongan a algún ‘abadiísta’ que tape todo lo ocurrido durante el pasado gobierno.Pero el aventurero ex gobernador parece temerle aún más a que la comisión de notables que conformó Lourido para estudiar el tema de las vigencias futuras encuentre la fórmula jurídica para desmontar esa terrible iniciativa, que dejó empeñadas las finanzas del departamento por doce años. Lo que me pregunto es a qué se deberá la angustia de Abadía de que se caigan esas vigencias. Conociéndolo, no creo que su preocupación sea que no se hagan las obritas que se piensan ejecutar con esos recursos. Algo de fondo debe haber tras semejante preocupación.Sería inaceptable, de ser ciertos los rumores que circulan, que este personaje siga empeñado en mantener en la incertidumbre al Departamento. No le bastó con tenernos en vilo dos meses con las maromas jurídicas que hizo para intentar burlar la sanción que le impuso la Procuraduría. Sería el colmo que cuando pensábamos que nos habíamos librado de él, con la decisión de la Judicatura de anular la tutela que había ordenado reintegrarlo al puesto, hubiese arrancado este implacable boicot contra su sucesor.No me extrañaría que para sembrar esa desinformación y generar tal sensación de caos, Abadía contara con la complicidad de varios seudoperiodistas que tiene fletados de tiempo atrás a punta de cuotas políticas, de jugosa pauta o de sobresueldos. Lo que sí es lamentable es la posición de personas en apariencia tan respetables como Germán Vargas Lleras, que, por desconocimiento o por que le han informado mal, ha hecho eco de las intenciones del temerario ex gobernador. Por fortuna, el futuro de Lourido y del Valle no está en manos del Ministro del Interior sino del presidente Santos. Y éste le ha ratificado su apoyo en reiteradas ocasiones. Lo que corresponde, entonces, es no caer en el sórdido juego que Abadía habría emprendido y rodear a Lourido para que pueda cumplir la difícil misión que le encomendaron.

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