El pais
SUSCRÍBETE

De ‘Tirofijo’ a ‘Mayimbú’

Tremendo desafío el que enfrenta el Estado: Pasamos de una mega Farc a mil microbandas. ¿Qué será peor?

5 de septiembre de 2019 Por: Vicky Perea García

Las Farc están viviendo un proceso parecido al que vivió en su momento el cartel de Cali.

Hace tiempo esa guerrilla perdió su norte ideológico y tiró a la basura su ideal de treparse al poder para instaurar un régimen revolucionario en el país y básicamente se había convertido en un lucrativo cartel de drogas.

Pero a pesar de esa condición absolutamente delincuencial, las Farc tenían unas jerarquías que se respetaban. El Secretariado era quien mandaba y los cabecillas de todos los frentes le reportaban a esa cabeza.

Pero vino el proceso de paz y las Farc no desaparecieron sino que se transformaron. La mayoría de los integrantes del Secretariado,  venerables ancianos en edad de retiro, decidió jubilarse y colgar el fusil.
Algunos comandantes le siguieron los pasos. Y otros decidieron seguir en la clandestinidad, pero montando rancho aparte.

Desaparecido el Secretariado y el férreo mando que existía en las viejas Farc, muchos se dieron cuenta de que ahora podían ser sus propios jefes y tener su propia organización, sin tener que rendirles cuentas a nadie. Tal como ocurrió con la desaparición del cartel.

Estos cabecillas tienen en común que son primarios, despiadados y no están dispuestos a someterse a nadie.

Uno de los primeros que montó su propia banda fue ‘Guacho’, que se adueñó de la frontera colomboecuatoriana y manejaba las rutas del narcotráfico y los cultivos ilícitos. Hasta que le dio por secuestrar y asesinar a tres periodistas ecuatorianos y se puso en la mira de las autoridades de ambos países que iniciaron una cacería implacable en su contra. Hasta que por fin lo dieron de baja.

Otro de estos reyezuelos es ‘Mayimbú’, tenebroso personaje que con solo 28 años tiene un extenso prontuario criminal. El grupo que controla ‘Mayimbú’ se autodenomina frente Jaime Martínez y han querido darle alguna apariencia de movimiento subversivo. Pero todo el mundo sabe que es una banda criminal más de las seis que se disputan el control del corredor del Naya, que es estratégico para la salida de la coca hacia el Pacífico.

Todo indica que ‘Mayimbú’ fue el autor del abominable asesinato de Karina García, candidata a la alcaldía de Suárez, Cauca, el sábado pasado.

Ese no fue un simple asesinato. Además de eliminar a alguien que les podía resultar incómoda, ‘Mayimbú’ y sus secuaces quisieron intimidar no solo a la población civil, sino a las otras bandas que actúan en la zona, mostrando su poderío militar y toda la crueldad de la que son capaces.

Así lo indica la sevicia con la que actuaron los criminales --le dispararon ráfagas de fusil durante 20 minutos al vehículo en el que se desplazaba la candidata y sus acompañantes, luego le prendieron fuego con estos adentro y para rematar le lanzaron granadas.

Mejor dicho, después del enorme desgaste que implicó para el país la negociación con las Farc, pasamos de enfrentar a un grupo delincuencial muy peligroso, pero que tenía un mando unificado y cierta disciplina, a soportar el desafío de unas bandas dirigidas por unos individuos tan delirantes como crueles, que no tienen ni Dios ni ley.

Que además están enfrascadas en una disputa sin cuartel por un negocio millonario. Y en medio de esa guerra está una población civil inerme que no sabe para dónde agarrar.

Tremendo desafío el que enfrenta el Estado: Pasamos de una mega Farc a mil microbandas. ¿Qué será peor?

Sigue en Twitter @dimartillo

AHORA EN Diego Martinez Lloreda