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¿Cárcel a la estupidez?

Estúpido, arrogante, inmaduro, presuntuoso, soberbio, altanero, impertinente, insolente, ...

6 de marzo de 2015 Por: Diego Martínez Lloreda

Estúpido, arrogante, inmaduro, presuntuoso, soberbio, altanero, impertinente, insolente, engreído, vanidoso, creído, petulante...Estos adjetivos, y otros más, le cuadran a Nicolás Gaviria, protagonista del bochornoso incidente que ha copado las redes sociales y los medios en los últimos días. Gaviria se ganó, con méritos sobrados, la lapidación moral a la que fue sometido, por la forma como trató a los policías que procuraron protegerlo, calmarlo o lo que fuera. No solo por haber tratado de forma tan grosera y agresiva a los representantes de la Fuerza Pública, con su sonsonete de “usted no sabe con quién se está metiendo”, haberlos amenazado con hacerlos trasladar al Chocó y llegar al extremo de golpearlos y empujarlos. Además de eso, no hay derecho a que dé semejante papaya un joven que ha tenido acceso a una buena educación y uno supone debe estar medianamente informado. Y que por lo tanto debe saber lo que le pasó al exsenador Merlano por ponerse gallito fino con la Policía.Es imperdonable que alguien con ese perfil ignore que la Policía ha encontrado en los medios electrónicos la mejor vía para ‘boletear’, como se dice popularmente, a los que se pasan de tragos o tienen cualquier mal comportamiento. Así que a los adjetivos que enumeré al principio hay que agregarle otros: indiscreto, inoportuno, insensato, temerario, irresponsable, descuidado, negligente, necio, irreflexivo, atrevido, atolondrado, arriesgado, incauto...Hasta ahí me sumo sin reparos a la ola de indignación que ha suscitado el comportamiento de Gaviria. Lo que sí francamente me parece un despropósito es que la Fiscalía, en su inocultable afán protagónico, esté hablando de castigar esa falta con ocho años de prisión. Que es la máxima pena que la Ley de Justicia y Paz estableció para los paramilitares que asesinaron a miles de personas. Y que, de seguro, es mucho más de lo que pagaran los cabecillas de las Farc, una vez se firme (?) el acuerdo de paz.Yo no sé por qué en Colombia existe esa tendencia de sancionar con cárcel cualquier mala conducta. ¡Qué falta de imaginación! En lugar de mandarlo a prisión, a Gaviria yo lo pondría durante un año a cumplir un trabajo social, como barrer las calles. Eso, y unos correazos de su mamá, servirían para bajarle los humos. Porque si al presunto sobrino del expresidente Gaviria le encajan todos los adjetivos que mencioné, no creo que le cuadre el de bandido. Que son quienes deben estar tras las rejas. Otra cosa que no me deja tranquilo es la forma como la Policía está utilizando los videos como el que, en mala hora protagoniza Gaviria. Los malos de esos videos siempre son los que confrontan a los policías. Nunca he visto una filmación en que aparezca un uniformado salido de casillas o agrediendo a un civil.Lo cual quiere decir que o todos los policías son unos ángeles, a los que nunca se les vuela la piedra, o que los videos, que la propia Policía se encarga de hacer llegar a los medios, están cuidadosamente editados para que sus excesos no aparezcan en ellos. En esos videos que toma y pone a circular la Policía, tal como ocurre en las películas de Hollywood, parece estar muy claro quiénes son los buenos y quiénes los malos. Pero en la vida real los buenos suelen tener su arisca perversa y los malos poseen su lado bondadoso. Mejor dicho, uno nunca sabe con quién se está metiendo.

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