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DEPRESION

La depresión de los padres

La enfermedad mental de los padres incrementa el riesgo de trastornos mentales en los hijos.

17 de abril de 2021 Por: Carlos E. Climent

Todos los trastornos mentales de los padres afectan a los hijos. Pero la depresión, por ser una condición en la cual el enfermo luce indefenso, triste, decaído y frágil, cuando no irritable, malgeniado, intolerante o negativista, genera en el niño la convicción absurda de ser el culpable de lo que le ocurre al progenitor enfermo y creer que la mejoría del padre depende de él. Lo cual no es cierto, ya que tal condición mejorará solo cuando el paciente reciba el tratamiento, que es más efectivo que para la inmensa mayoría de los otros trastornos mentales.

En consecuencia, la depresión debe ser intervenida de la manera más rápida, en todos los casos, pero en especial cuando afecta a uno de los padres. Porque en la medida en que se hace crónica, su tratamiento se torna más complicado, sus consecuencias destructivas afectan no solo al paciente, sino a los allegados y en especial a los hijos que son los que llevan la peor parte.

La depresión de los padres afecta a los hijos de distintas maneras y en magnitudes variables. Importantes investigaciones confirman que un padre deprimido es una de las situaciones más estresantes para un niño (Weissman, M. et al, 2006) ya que se convierte en una carga de variadas formas, pues además de los sentimientos de culpa mencionados:

*El padre no se puede relacionar de una manera natural, sana y afectuosa con su hijo.

*Se crea un vacío que equivale a una deprivación afectiva que es más dañina entre más temprano ocurra.

*El padre enfermo se va convirtiendo en un modelo de identificación destructivo para el niño. Lo que hace que este último desarrolle una ambivalencia afectiva que se traduce en dificultades para relacionarse con las figuras de autoridad. Según las circunstancias, el niño adopta o una posición sumisa o de rebeldía, lo que provoca reacciones aún más agresivas del padre enfermo contra su propio hijo.

*Altera gravemente la dinámica del hogar, ya que la totalidad de la familia está dedicada a atender las necesidades del padre enfermo, en detrimento de las del niño.

*Como consecuencia del abandono que tal situación supone, se descuidan aspectos fundamentales del cuidado del niño, quien por estar en una etapa crucial del desarrollo sufre una grave herida en su seguridad básica y en su integridad como ser humano. Cuando lo que se requiere es dedicar prioritariamente la energía de la familia a suplir las necesidades del infante.

*A las pesadas cargas mencionadas hay que agregar la genética. Es bien sabido que la enfermedad bipolar es uno de los trastornos mentales que se pueden heredar. En otras palabras, las posibilidades de que el hijo de un padre bipolar sufra la misma enfermedad es mayor que el de la población general. De tal manera que una vez que los niños crecen, especialmente si no se ha tratado oportunamente la depresión parental, la depresión u otros trastornos mentales pueden hacer su aparición en ellos mismos.

En conclusión, para proteger a los hijos deben intervenirse, de la manera más efectiva y temprana posible, los trastornos mentales de los padres.

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