El pais
SUSCRÍBETE

El suicidio en adolescentes

La mayoría de las veces es muy difícil evitar el suicidio porque se trata de un secreto celosamente guardado.

12 de septiembre de 2020 Por: Carlos E. Climent

Pero a pesar del silencio que suele ocultar las preocupaciones suicidas entre los adolescentes, se puede intentar prevenirlo si se logran detectar oportunamente las ideas, comportamientos, actitudes y síntomas que anteceden al intento suicida. Para lo cual es importante que los allegados indaguen sobre:

*Cambios inexplicables en el estado de ánimo que no corresponden a lo normal para la persona. Tales cambios están representados en tristeza, crisis de llanto inmotivado, aislamiento o apatía frente a diversas circunstancias.

*Actitudes, ideas y comentarios negativos que no guardan relación con la realidad.

*Comentarios que indican desesperanza, sensación de soledad o desamparo.

*Actos impulsivos o de alto riesgo que no han sido los habituales.
*Accidentes frecuentes.

*Abuso de drogas o alcohol.

*Los síntomas depresivos, uno de los temas prioritarios a investigar, se manifiestan típicamente por tristeza, llanto fácil, desesperanza, aislamiento social, sentimientos absurdos de culpa, ideas de muerte, y por supuesto, ideas suicidas.

*Irritabilidad, ataques de rabia, hipersensibilidad al rechazo, cambios en el apetito o el patrón de sueño, dificultad para concentrarse, disminución en el rendimiento académico o desinterés en las cosas que antes eran gratas. Todas las anteriores ocurren fuera de los patrones que han sido habituales para el adolescente.

El joven en quien se encuentren varios de los elementos arriba mencionados debe ser remitido al especialista porque podría constituirse en un riesgo suicida importante.

Los anteriores factores pueden ser disfraces del síndrome depresivo. Es preciso tener en cuenta que no es necesario que estén presentes todos los signos y síntomas de la lista anterior para confirmar la depresión o el alto riesgo suicida. Basta que haya unos pocos o que la intensidad de uno de ellos sea muy grande para prender las alarmas y proceder a referir a los servicios de salud especializados.

Es vital que los padres puedan hablar con propiedad y seguridad sobre el tema para presionar la consulta especializada de urgencia en el momento en el que se considere que hay evidencia de estos síntomas.

Si se descarta el riesgo, no habrá pasado nada. No caben las disculpas. Pues al poner de presente el riesgo se ha actuado con responsabilidad y afecto. Ello constituye un acto de amor que busca proteger los mejores intereses del paciente.

Durante todo el proceso del diagnóstico y tratamiento se debe brindar apoyo con cariño, comprensión y optimismo. Evitar a toda costa los juicios críticos o moralistas. Pero siempre tomar en serio cualquier amenaza suicida y recordar que nadie tiene ideas suicidas simplemente por manipular.

El tratamiento si bien presenta algunas dificultades inherentes a la resistencia del joven a dar información, y a los padres a enfrentar el tema sin temor, puede ser abordado de la manera tradicional como se enfoca el tratamiento con los adultos. Para ello un especialista es la persona más adecuada para intervenir estos casos.

AHORA EN Carlos E Climent