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En un debate no se tiene la razón; se tienen argumentos.

7 de octubre de 2018 Por: Carlos Duque

Realidad es el brutal maltrato, violación y asesinato de niños y mujeres, y la sistemática ejecución de líderes sociales que sucede mientras las autoridades andan persiguiendo marigüaneros en los parques.

¿Dónde se conseguirá la dosis personal de marihuana que autoriza la ley sin tener que acudir a un jíbaro? Es para un sobrino adicto.

Realidad es toda la corrupción, violencia y miseria desbordada que nos agobia mientras por acá en Twitter derrochamos inteligencia y sabiduría polemizando con la estupidez, el odio y la ignorancia. Este Estado de opinión es lo que nos tiene jodidos. ¡Trabajemos, vagos!

Andamos atrapados entre los medios, las encuestas, el arte y las redes sociales: real E.T.

En un debate no se tiene la razón; se tienen argumentos.

Si van a insultar por Twitter usen términos comunes para que él o la ignorante a quien se dirigen entienda. No se las tiren de letrados con palabras como: patoso, fatuo, abyecto, ignaro, descuidero etc. Si la otra persona no entiende se pierde el placer del agravio.

Acepto que algunas deudas me las paguen en afectivo.

Un día somos jóvenes y al siguiente estamos recordando con nostalgia nuestros amores en las canciones de Charles Aznavour.

Prefiero mil veces la ignorancia bien intencionada a la ilustración perversa.

De nada nos sirve saber que la Tierra gira alrededor del sol y que su energía alimenta las plantas si seguimos ignorando el hambre y la violencia que dominan el mundo.

¿Una persona que se hace a sí misma estará más turbada?

Los discursos de campaña son los renders de las promesas que los políticos no cumplirán.

“Antes de casarse piense; ¿esta es la mujer/hombre que quiero ver cada 15 días para que me entregue a mis hijos?” –@LaFrunita

Sigue en Twitter @_carlosduque