El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Artículo

Instantáneas

No hay palabras necias, ni ofensivas, inteligentes, hirientes, vacías, sabias o dulces. Lo que hay es gente agresiva, cizañera, estúpida, sensible, enamorada o educada.

6 de mayo de 2018 Por: Carlos Duque

Nada duele más que la indolencia.

No hay palabras necias, ni ofensivas, inteligentes, hirientes, vacías, sabias o dulces. Lo que hay es gente agresiva, cizañera, estúpida, sensible, enamorada o educada.

Quiero ser diferente, como todo el mundo.

Por andar esforzándonos en parecer inteligentes, sensatos y racionales hemos perdido el mayor mecanismo natural de supervivencia: el instinto.

En esta guerra fratricida las víctimas somos nosotros mismos, somos la víctima y el victimario; suicidio colectivo.

Lo que vive hoy Colombia es la pérdida de la inocencia. Estamos despertando en medio del escenario del crimen viendo con dolorosa nitidez los errores que hemos cometido. No hay tiempo para el miedo, hay que reparar los daños. Manos a la obra.

Aprender es entender, de eso se trata la educación.

La vida es dura y el maíz tierno.

La nacionalidad abre fronteras, el nacionalismo las cierra.

Los árboles cuando mueren van al libro.

La vida se nos va en un abrir y cerrar de hijos.

Las mayores estupideces e injusticias las cometemos queriendo demostrar a toda costa que tenemos la razón.

No soy mentiroso; soy enamorado.


Sigue en Twitter @_carlosduque