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Lo que aterra de los atentados y los temblores es la angustia que nos invade ante la posibilidad de las réplicas.

27 de enero de 2019 Por: Carlos Duque

El sismo que sentimos ayer solo fue una réplica con la que la madre tierra conmemora el terremoto del eje cafetero de hace 20 años.

¡¡¡No al temblorrismo!!!

Lo que aterra de los atentados y los temblores es la angustia que nos invade ante la posibilidad de las réplicas.

En los Óscar 2019 todos los caminos conducen a Roma.

Hay compañeros que no cuidan las TCSs.

El community manager de mi cuenta de Twitter es mi otro yo.

El asesinato de líderes sociales es una bomba de impacto selectivo que explota en cámara lenta, de acción continuada y silenciosa. Es un atentado terrorista cuyas víctimas caen gota a gota sin que la onda expansiva rompa vidrios en los tranquilos barrios de la capital.

Los pecados y defectos de los demás en mí son virtudes. Y así.

Y mientras tanto nosotros aquí discutiendo si preferimos que nuestro Titanic se hunda por la izquierda o por la derecha.

Un día eres joven y al siguiente estás aterrado de lo viejos que están los amigos del colegio.

Y nuestro Moisés guiando su pueblo de la tierra del olvido a la guerra prometida.

Para el machismo radical, las feministas son marimachos y los hombres que las apoyan son afeminados.

Y qué tal esos pobres políticos y ex magistrados que están sufriendo de pensión alta.

“Stone es una piedra en el zapato”. –Trump.

Mucho abogado culpable de la inocencia de bandidos.

Sigue en Twitter @_carlosduque