El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Artículo

Tendencia bumerán

Justo cuando uno ya se ha hecho a la idea que llegó el momento de soltar a los hijos para que alcen vuelo, se acentúa una tendencia global llamada los hijos bumerán y tiene uno que comenzar a ‘patrasearse’ en ciertos planes de vida.

26 de mayo de 2017 Por: Carlina Toledo Patterson

Justo cuando uno ya se ha hecho a la idea que llegó el momento de soltar a los hijos para que alcen vuelo, se acentúa una tendencia global llamada los hijos bumerán y tiene uno que comenzar a ‘patrasearse’ en ciertos planes de vida.

Y es que el reto más difícil de traer hijos a este mundo es aceptar que no son propios, que son de ellos mismos, y que su destino lo traza cada uno con sus decisiones, actuaciones y actitudes. Claramente es un tipo de duelo, y como duelo involucra llanto, ansiedades, angustias y vacíos. Finalmente llega el último año de la secundaria y está uno listo para entregárselo a la vida. Sea en shock, sea ya con resignación, pero se va y uno estoico, lo despedirá.

En paralelo, mientras nos preparamos para también soltar a los que vienen detrás, comienzan los planes a futuro de pareja. Se acerca la jubilación y hay que prepararse emocionalmente para ya no estar en el corre corre de la vida actual, sino para empezar el Plan B: lo que siempre se ha soñado hacer y que mantenga la cabeza funcionando y el bolsillo con algo de ingresos adicionales a la pensión. De igual manera pensamos si ya es hora de reducirnos en el espacio físico porque “ya se van y poco volverán”; si ese nuevo espacio puede ser ya más a nuestros gustos y chocheras y no necesariamente adaptado a la loca vida familiar; que debe ser de un solo piso porque no sabemos hasta cuando podamos subir escaleras; que con espacios para que los hijos vuelvan ‘de visita’ y ya ojalá con nietos. Mejor dicho, nos llegó la hora de pensar en nosotros.

La gran sorpresa es que en los estudios de tendencias globales de economía y consumo para 2017, además de pronosticar que entramos a un periodo de volatilidad política y económica que tendrá efectos en el consumo por la incertidumbre, en hogares veremos un aumento en electrodomésticos con múltiples funcionalidades en uno; tendremos más de un billón de cabezas de hogar con educación secundaria (la cifra más alta en la historia); y más jóvenes milenio y generación Y estarán quedándose en casa con sus padres, o vuelven rapidito después de irse. Estos últimos son los hijos bumerán.

En Japón les dicen solteros parásito porque “no contribuyen al hogar en el sentido financiero y viven de sus padres hasta bien entrada la edad adulta” (Fuente: Estudio Economía y Consumidores Globales 2017, Euromonitor). La razón por la cual vuelven (o nunca se van) es la inestabilidad económica en los mercados mundiales que ha llevado a aumentos en el desempleo; la globalización y con ella la tendencia a la tercerización, lo cual ha eliminado millones de empleos; y el hecho que los salarios se han reducido significativamente en los últimos 20 años. También es contundente que el hecho de tener estudios superiores no es garantía para conseguir trabajo, o mantenerlo. De manera que volver a casa los libera de una carga económica significativa y les da el tiempo para ajustarse, ahorrar y prepararse para salir en algún momento con pie derecho.

En otras palabras, al parecer después de tanto esfuerzo por prepararnos para vivir con la pareja en el ‘nido vacío’” y la dicha de pensar ahora en “nosotros dos”, a partir de 2017 los esfuerzos deben estar enfocados en cómo vamos a sobrevivir el retorno de los hijos adultos a casa y habitar en un “nido lleno de gente” de varias generaciones.

Sigue en Twitter @CarlinaToledoP