El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Artículo

Eunucos mentales del Oeste

La historia de Enrique V es la de un niño inquieto, quien...

3 de agosto de 2012 Por: Carlina Toledo Patterson

La historia de Enrique V es la de un niño inquieto, quien enfrentado a una situación extrema, logra convertirse en un buen rey de Inglaterra. Shakespeare lo plantea de una manera explícita al comienzo de su obra sobre el monarca y de esa realidad se valió a principios de julio el columnista del New York Times, David Brooks, para cuestionar el modelo educativo que estamos implementando en occidente y que pareciera estar cortando las alas a los hombres del hemisferio.Brooks ubica al joven Enrique en el mundo de hoy y hace un recorrido por lo que sería su experiencia en las aulas. Desde kinder los padres estarían recibiendo notas informando que el pequeño “tuvo un día duro”. Hacia la mitad del año recibirían sugerencias sobre el medicamento existente para tratar el síndrome de deficiencia de atención (Adhd, por sus siglas en inglés). En primaria, ya Ritaliniado para controlar su presunta enfermedad, el niño viviría de suspensión en suspensión y rara vez disfrutaría de un recreo por andar castigado. Con estas heridas a su autoestima, acorde con Brooks, Enrique en secundaria se retraería y luego se rebelaría, creando quién sabe que tipo de ser asocial y agresivo.La historia es una triste radiografía de la supresión de creatividad e imaginación a la que están sujetos muchos niños (y niñas hoy en día), y aunque la columna de Brooks se refiere específicamente a la manera como esta tendencia está retrasando en su desarrollo académico y social a los hombres frente a las mujeres, me interesa sobre todo el significado de ello en el marco general de la educación en estas latitudes.No obstante que hay avances, al leer comentarios como el de Brooks, al observar tendencias algo extremistas en los colegios y al ver la sociedad que hoy tenemos, son inevitables las preguntas y los cuestionamientos, y la principal de ellas es: ¿Estamos creando un estándar de ser humano que obedece a unas supuestas necesidades creadas por la sociedad, o estamos creando verdaderos actores comunitarios, participativos, independientes, con habilidades de supervivencia y resolución de conflictos y problemas?En su informe de gestión de esta semana en Pasto, el presidente Santos recordó que buscamos el ingreso de Colombia a la Oecd (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), que se considera como un club de las mejores prácticas en materia de política pública mundial. Desde 2006 participamos en las pruebas del saber de este organismo llamadas Pisa y en 2010 obtuvimos el puesto 52 entre 65.La posibilidad de ingresar al organismo internacional debiera motivar a quienes trabajan los modelos educativos a replicar las buenas prácticas de los países que ocupan niveles superiores y se han salido de la tendencia occidental de crear seres humanos estándar. En Japón lo llaman Aprendizaje Integrado y es educación para el desarrollo sostenible. Sin esta reflexión podríamos estar destinados a seguir replicando un marco para eunucos mentales.