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La diputada francesa

Esta reciente novela de José Ramón Burgos Mosquera es toda una grata sorpresa.

1 de enero de 2020 Por: Benjamin Barney Caldas

Esta reciente novela de José Ramón Burgos Mosquera es toda una grata sorpresa. No solo por su historia de amor (cinco y el último está por verse en qué termina) sino que es muy interesante por los temas a que alude y que van desde lo cultural a lo político pasando por lo social / religioso / económico, y hasta lo antropológico, todo enmarcado por la geografía, la historia y los personajes de diversos lugares del planeta en los que suceden después de la II Guerra Mundial asuntos de gran actualidad y relacionados cada vez más entre sí en este mundo globalizado de inicios del Siglo XXI, y sólo falta la amenaza del cambio climático que los vincula a todos ya sea de una manera u otra.

También se recorren varias ciudades, como París, Barcelona, Madrid, Niza, Marsella, San Francisco, Ash, Basilea, Berna, Jerusalén, Tel Aviv, Lyon, Bogotá, Cartagena de Indias, ‘Buena Ventura’; y lo que dice de unas resuena en las que no se dice nada, como esas colinas de San Francisco que contrastan con la única de París, y con Londres basta el que allí se aprende el inglés con acento británico; y también pequeños pueblos como Puerto Tejada, Caloto y Padilla en el departamento del Cauca, o Timbeque y San Bernardo Abad en el Pacífico Colombiano al lado de limpios y corrientosos ríos que invitan al baño en ellos, pero lugares amenazados por su aislamiento, la minería y el narcotráfico.

Y Cali, “una ciudad diferente a las que visitaba menudo en el viejo mundo [por] la belleza inverosímil de sus paisajes, el cercano contraste del clima de la ciudad y sus montañas circundantes [y la] permanente primavera [de esos] cálidos y fértiles paisajes [con sus] crepúsculo[s] inverosímil[es] que perfi[lan] los picos enhiestos de los Farallones de Cali [y] la ciudad […] recostada al pie [con] la brisa recorri[endo] el curso del río Cali sacudiendo las hojas de los guaduales que se arque[an] emitiendo un silbido truculento [y rodeada por] la uniforme belleza [de] una verde alfombra de cañamelares que ocupa[n] por completo el horizonte”. Una ¿ciudad? de la que hay que irse para poder volver.

Igualmente hay acertadas palabras de arquitectura como, refiriéndose al trabajo de Antoni Gaudí I Cornet en la Sagrada Familia de Barcelona, “esa creación gaudiana que parecía esculpida más para la contemplación que para la devoción [con] amplias naves guardadas por gigantescas columnas arboladas que [parecen] retorcerse sobre sí mismas para dar albergue a incontables réplicas en piedra de personajes bíblicos sembrados estratégicamente en las tres capillas interiores [por donde] desfilaban curiosos y atormentados los hombres”. O esa breve descripción de una “solariega vivienda protegida por erguidos cocoteros y levantada sobre troncos de mangle y nato en la inspección de Chancón”.

Sin duda acertó el Jurado del Premio de novela de Autores Vallecaucanos Jorge Isaacs 2019 al otorgarlo por unanimidad a ‘La diputada francesa’ en agosto de este año. Al respecto los escritores Fernando Cruz Kronfly, Santiago Gamboa y Fabio Montoya celebran en el acta su “buena calidad literaria y el espesor estético” de la novela cuyo tema “afincado en las luchas sociales de los afrodescendientes vallecaucanos, plantea una mirada cosmopolita muy interesante”. De ahí que cada lector seguramente lea una novela algo diferente según sus conocimientos, gustos y prejuicios, y que tenga que leer casi hasta el final para poder entender la pertinencia de su título el que algo intriga al inicio.

Sigue en Twitter @BarneyCaldas

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