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Andenes para la gente

. Hay que pensar en una ciudad independiente mediante un proceso de agregación de núcleos y grupos de población y la unificación entre lo urbano y su entorno rural

11 de septiembre de 2019 Por: Benjamin Barney Caldas

En 1591 la Junta de Policía, creada por Felipe II para el “beneficio y aumento desta villa de Madrid, y para que en ella aya la limpieza, hornato y policía que conviene” (Sic) decretó fuertes multas a los “carpinteros, silleros, ensambladores, entalladores, cocheros, carreteros y herreros” (sic) que saquen “sus oficiales, materiales, herramientas, bancos de sus oficios” (sic) a las calles, o “salgan a trabajar a ellas fuera de sus tiendas” (sic) (Geoffrey Parker, El Rey Imprudente, 2014, p. 437).

Siglos después en Colombia, sui géneris parte del vasto imperio de Felipe II, allí siguen; basta ver la Séptima en Bogotá. O Cali en donde además sus andenes son estrechos y sin continuidad, o están invadidos por carros, motos y las nuevas patinetas eléctricas, y muchos propietarios hacen con ‘su’ anden lo que se les da la gana y el Municipio no se queda atrás como en Miraflores en donde permite que particulares instalen nuevas redes de cualquier manera rehaciéndolos chapuceramente.

O como en San Antonio, en donde se ignora que la solución de los problemas que cada vez denuncian más fuertemente sus habitantes se solucionarían en muy buena parte ampliando sus estrechos andenes y dejando las calzadas solo para circular y parar momentáneamente y no para estacionar, como ya ha sido propuesto hace años y repetidamente; pero es que como ya se sabe, no hay peor sordo que el que no quiere oír y mucho más si no quiere ver o no sabe cómo hacerlo.

La solución para toda la ciudad sería establecer nuevas centralidades peatonales como cabeza de las nuevas localidades de Cali Distrito Especial, si es que este no fracasa igualmente. Ciudades dentro de la ciudad con todo su equipamiento básico a una distancia cómoda para ciclistas y peatones, unidas por el nuevo eje urbano y regional a todo lo largo de la vía férrea de Jamundí a Yumbo, propuesta desarrollada por un grupo de profesionales adjunto a la Sociedad de Mejoras Públicas.
Pero aunque le fue presentada a casi todos los candidatos a la alcaldía, hasta ahora ninguno se la ha tomado seriamente. Evidentemente no se han enterado de que Felipe II también creó un centro de saber “deseando el aprovechamiento de nuestros vasallos y que nuestros reynos aya ombres expertos y que entiendan bien las Mathemáticas y el arte de Architectura y las otras çincias y facultades a ellas annexas” (sic, p.155) y por lo tanto no saben escoger a sus asesores.

Al fin y al cabo el Rey había estudiado matemáticas, arquitectura, geografía e historia, pero en Cali los ‘políticos’, ignorando la polis, imprudentemente ignoran dichos saberes y disciplinas e incluso los hay que ni siquiera son bachilleres o no lo parecen. Razón de más para votar en blanco por la alcaldía en las próximas elecciones, ya que al menos sería una amplia protesta ciudadana que aunaría las que cada vez se dan más frecuentemente en los diferentes sectores de la ciudad como es el caso de San Antonio.

Ojalá el Concejo de Cali los oiga, y por eso sí hay que votar por los candidatos que sí se han apersonado de la ciudad. Hay que pensar en una ciudad independiente mediante un proceso de agregación de núcleos y grupos de población y la unificación entre lo urbano y su entorno rural, marco esencial para su desarrollo, bien entendido, y para su expansión, controlada, para el “beneficio y aumento desta villa de [Cali], y para que en ella aya la limpieza, hornato y policía que conviene” (sic).

Sigue en Twitter @BarneyCaldas

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