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Votar contra el texto del acuerdo y no contra la paz, o por Fajardo y después en blanco o por Petro, o afirmativo en la Consulta Anticorrupción, debería llevar a debatir temas como los planteados antes de las elecciones en esta columna.

23 de agosto de 2018 Por: Benjamin Barney Caldas

Votar contra el texto del acuerdo y no contra la paz, o por Fajardo y después en blanco o por Petro, o afirmativo en la Consulta Anticorrupción, debería llevar a debatir temas como los planteados antes de las elecciones en esta columna (¿Pensando o soñando? 14/06/2018). Muchos faltarán y todos son debatibles pero hay que hacerlo buscando contribuir a una sociedad respetuosa del ser humano y la naturaleza, a partir de la peculiar geografía del país, la que ha determinado su historia. Son, entre otros:

Instituir un sistema parlamentario y unicameral que nombre Primer Ministro, con muchos menos miembros y que sean rotados, la mitad elegidos, y la otra representantes de los gremios y las universidades, y lo mismo Asambleas y Concejos. Dividir el país en sus diferentes regiones, con departamentos pequeños alrededor de las ciudades grandes, y dotarlas de un área metropolitana planificada a largo plazo económica, urbana y arquitectónicamente, y con centralidades peatonales.

Proteger naturaleza, biodiversidad, cordilleras, valles, llanuras, bosques, selvas y fuentes de agua, y la belleza de sus paisajes. Incrementar la energía eólica, solar y de pequeñas plantas hidráulicas. Controlar la minería, reciclar el agua, la basura y lo ya construido, y parar la contaminación del medio ambiente. Impulsar el control de la natalidad, legalizar el aborto y frenar la sobrepoblación. Reducir el consumismo y castigar su propaganda engañosa y la dañina del paisaje, y comer lo orgánico y local.

Preservar la propiedad y ‘domesticar’ la economía capitalista vigilando que cumpla su función social. Expropiar las propiedades abandonadas. Fomentar la agroindustria diversificada y las pequeñas granjas, y sólo la industria no contaminante. Exportar más e importar menos. Y mejorar las condiciones laborales de todos. Legalizar las drogas para eliminar su impacto negativo en la economía y la violencia que genera, y poder controlar su consumo y facilitar la ayuda a los drogadictos. Y eliminar ya los tres ceros.

Hacer respetar la ley y combatir la corrupción y trampa a todo nivel. Disminuir y mejorar el Ejercito y mejorar, aumentar y profesionalizar la Policía. Impedir la exclusión social, étnica, de genero y sexual. Garantizar la libertad de ideología, prensa y opinión pero prohibir los comentarios anónimos. Buscar en las ciudades una sociedad respetuosa del otro, mejorando la calidad de vida de los colombianos pues ya casi todos viven en ellas, pero sin olvidar a los campesinos y sus costumbres.

Extender y mejorar la educación, utilizando los nuevos recursos tecnológicos, en todos sus niveles, buscando que sea transdisciplinar a partir de las humanidades, ciencias, técnicas, artes y literatura. Proteger los bienes de interés cultural. Incrementar los eventos culturales y los espectáculos, promover otros deportes y no sólo el fútbol. Y profundizar los lazos culturales con los países vecinos y el resto de Iberoamérica y con España, claro, ya que dizque somos independientes pese al tío Sam.

Varias de estas propuestas coinciden con las de Petro pero afortunadamente él no ganó pues las hubiera echado a perder, como lo hizo como alcalde de Bogotá. Pero Duque al parecer ni siquiera las ha considerado. Sin embargo lo preocupante es que a muchos ciudadanos no les interesan estos asuntos y se contentan con estar en pro o en contra de sus respectivos caudillos, o dejan que los demás, cerca de la mitad, decidan mientras la trampa, la viveza y la corrupción se extienden y aumentan.

Sigue en Twitter @BarneyCaldas

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