La encrucijada

La muerte de Jorge Enrique Pizano, testigo del escándalo de la Ruta del Sol II, y el trágico final de su hijo, dos días después, al tomar por equivocación agua con cianuro, levantaron infinidad de hipótesis sobre crímenes cometidos en el caso Odebrecht.

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El tema del cianuro nos refirió a Agatha Christie, las explicaciones de Pinzón acerca de que el fiscal Martínez, su amigo de 40 años, había roto toda comunicación con él, nos hizo pensar en ‘Vidas paralelas’ y, cuando Noticias Uno dio a conocer las denuncias del controller involucrando a Néstor Humberto Martínez, éste quedó inscrito en ‘El general en su laberinto’, de Gabo.

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Cada vez que en el país estalla un escándalo de tales proporciones, de inmediato se accionan las alarmas para bajarle temperatura. Mientras la oposición y algunos sectores de la prensa pedían la renuncia del Fiscal, éste salió a los medios para aclarar, con su cara imperturbable que no estaba enterado de los sobornos a los que se refería Pinzón, y el presidente Duque en la tibia entrevista con Blu, lo defendió a capa y espada. María Isabel Rueda se unió al coro de los defensores del cuestionado Fiscal, e inexplicablemente también lo hizo Felipe Zuleta, la voz jurídica de Blu.

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Por su parte, Ramiro Bejarano, a pesar de su descarnado análisis sobre los errores cometidos por el Fiscal en el caso Odebrecht, afirma que no es partidario de su renuncia porque “podría desatar una hecatombe al dejar libre al presidente Duque de integrar una terna de aspirantes uribistas”. Luis Guillermo Restrepo sostuvo a su vez, que el Fiscal ha debido declararse impedido, y rechazó la puerta giratoria “que permite pasar de abogado de alguien a ejercer funciones públicas donde se ventilan asuntos relacionados con sus clientes”.

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Quizás el más estremecedor comentario fue el de Héctor Abad, cuando afirma que “estas muertes no se pueden explicar solo como un accidente y un suicidio. La voluntad de matarse del padre proviene de un contexto corrupto que lo acorraló, y el azar por el que el joven murió se parece a una tragedia shakesperiana, en la que el hijo asume el destino del padre para salvar su memoria”.

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Entonces salen a la luz las escalofriantes revelaciones de la valiente periodista María Jimena Duzán, resultado de las conversaciones entre ella y Pinzón, antes de morir, que no dejan dudas subyacentes. Y el Fiscal, metido en la peor encrucijada de su relumbrante trayectoria, afirma que es “víctima de un complot”.

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El último capítulo de esta serie, estilo Netflix, es la escogencia de un fiscal ad-hoc que investigue solo dos capítulos de los tentáculos que extendió Odebrecht a Colombia y que hoy tiene a varios presidentes de Latinoamérica tras las rejas, mientras aquí le hacemos matoneo a los testigos y metemos en la cárcel solo a los que inician desde abajo, la pirámide de la corrupción.

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P.D.: Las directivas de Delirio presentaron con bombos y platillos el lanzamiento del ‘Chachachá del diluvio’, basado en la obra de Medardo Arias, y el cual se presenta el viernes 30 de noviembre. Éxitos para todo el combo de bailarines y el divertido elenco femenino del Arca de Noé años 60: la ninfa, la monja misionera y la mujer rastafari.