Disruptivo

Hay una palabra extraña y poderosa que se oye con frecuencia entre las nuevas generaciones, egresadas de universidades internacionales, con maestrías y doctorados: disruptivo.

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“Representa un cambio, una manera de pensar distinta, repensar fuera de la caja, hacer las cosas de forma diferente”remató.Y, ¿qué significa?, le pregunté a mi sobrino Juan Fernando. “Es quizás una palabra clave en esta era”, dijo. “Representa un cambio, una manera de pensar distinta, repensar fuera de la caja, hacer las cosas de forma diferente”, remató.

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De inmediato pensé en Juan Guaidó, el muchacho carismático que “se salió de la caja” y decidió auto proclamarse presidente interino de un país sin rumbo. Hoy lidera, con probabilidades remotas, la transición del poder en Venezuela, en medio de un clima caótico, asediada por el hambre, la inseguridad y el miedo y, cuyo presidente se aferra al poder, apoyado por el Ejército, los colectivos chavistas, unas muchedumbres alienadas y personajes siniestros como Diosdado Cabello.

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La prensa norteamericana destaca la personalidad de Guaidó como “un refrescante estilo y una visión de avanzada” (New York Times), o como “nuevo líder democrático” (Wall Street Journal). En escasos días varios países europeos se han alineado al hipotético cambio del gobierno en Venezuela, a través de elecciones.

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Después de los sucesos del 23 de febrero, al ser incineradas cuatro tractomulas en las que iba parte de la ayuda humanitaria, con el balance de centenares de heridos y la deserción de algunos militares, el espectáculo de Maduro haciendo gala de una inexistente victoria, bailando salsa e insultando a Colombia y haciendo mofa de Guaidó, fue la gota que rebosó la copa.

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El Guaidó que vimos antes de la fallida entrega de alimentos y medicinas hoy está demacrado e inseguro por las amenazas de Diosdado Cabello de declararlo prófugo y meterlo preso si pisa suelo venezolano. Aunque repite su libreto como un mantra a Caracol, Blu, W, RCN y CNN, está en una encrucijada: aceptar la opción militar de Trump o la de Duque, el Grupo de Lima y la ONU que insisten en la solución diplomática. A última hora optó por irse a Brasil.

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Cohen y Blumenthal, famosos por sus investigaciones periodísticas, escudriñaron la vida de Guaidó, que prefiero no repetir sin antes constatar que son ciertos los señalamientos non sanctos que hacen de él. Es posible que no se presente una confrontación militar orquestada por EE.UU., mientras Rusia y China están alertas como sostienen algunos analistas. Es “el inicio de la guerra fría”, según Fernando Tocora, pero el apoyo al socialismo del siglo XXI está vivo en Venezuela, Cuba y otras latitudes, donde puede prenderse la mecha. La situación para Guadió no es fácil, ni para Colombia, metida en sandwich, en lo que en mala hora nos involucramos.

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Veamos la descripción final de disruptivo: “Se usa para procesos de innovación con maneras nuevas, pero también, para cuando algo disruptivo causa caos en algún proceso, que se requiere siga igual”. ¿Entendieron?

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PD: La muerte de la Hermana Alba Stella Barreto, deja un profundo vacío en el Distrito de Aguablanca. Su legado permanecerá por siempre. Rescató a miles de desplazados, convenció a los jóvenes de abandonar las pandillas y a las mujeres abusadas las reintegró a la vida, a través de la palabra. Fue una maestra de la resiliencia. Paz en su tumba.
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