El pais
SUSCRÍBETE

¡Va la madre!

A falta de uno, este 20/20 tendrá dos días de la madre. Cuando vi la noticia creí que estaba dentro de una pesadilla.

4 de mayo de 2020 Por: Aura Lucía Mera

A falta de uno, este 20/20 tendrá dos días de la madre. Cuando vi la noticia creí que estaba dentro de una pesadilla. No. Es cierto. Un día será la celebración encuevados de la madre que nos parió y posteriormente la celebración del Día de la Madre comercial. Definitivamente el consumismo no pierde una. Pienso cuando llegue el Día del Padre, el de verdad, el putativo, el negado... Con tal de salir a comprar desbocados todo es válido.

Con esta crisis me imagino que también inventarán el Día del Primogénito, el Día de los Gemelos, el Día del Hijo Póstumo, el Día del Hijo del Medio, que generalmente es el más olvidado de todos, en fin.

Y ya puesta en imaginarme cosas para levantar las ventas, sugiero se inaugure con toda la pompa el Día de la Reparación al Adulto Mayor que ha sido el más señalado y estigmatizado en esta pandemia que nosotros mismos, los llamados humanos, hemos desencadenado por irrespetar el planeta, que es la verdadera Madre de todos, y que jamás hemos honrado, sino al contrario, nos la hemos chupado, exprimido, destruido, contaminado y envenenado.

Vuelvo al adulto mayor, como se nos denomina y rotula actualmente. Yo creía que las etapas de la vida eran tres, infancia, adolescencia y adultez, pero se han subdividido. Ahora, con la globalización, existen la primera infancia, la segunda, la preadolescencia, la adolescencia, la mayoría de edad, la adultez, la segunda edad, el adulto mayor y el adulto desechable y encuevado, que nadie sabe qué hacer con él. Se me olvidaba el adulto de la tercera edad, no sé muy bien cómo ubicarlo. Mi abuela materna murió de cuarenta y dos años y en las fotos es una matriarca ya anciana.
Si el coronavirus hubiera sido en esa época, a todos los mayores de treinta los habrían encerrado y amarrado a un papayo por viejos, en fin.

Se me ocurre que a los de la quinta edad, que ya están bajo tierra, también les celebren su Día y salgan de sus nichos como Lázaro, tocando la pandereta y con la risa en los huesos, para demostrarnos que siguen viviendo en el útero de su verdadera madre y que lo están pasando muy bien.

La madre Tierra asfixiada, la madre terrenal madura, haciendo oficio como loca, mientras el marido se rasca las pelotas y los retoños miran internet. La madre adulta mayor encerrada y con prohibición absoluta de asomar las narices al balcón; las madres parturientas despavoridas del terror sin saber si el vástago de sus entrañas corono normalmente o infectado. Definitivamente hay muchos motivos para celebrar.

De paso, ¿por qué jamás celebran el Día de la Madrastra? Son las que se merecen todos los regalos. Les toca aguantarse los hijos ajenos y los propios, y ser señalada como “la otra”. Aguantarse al nuevo cónyuge ya con todas las mañas de su relación anterior más la inquina de la ‘auténtica’ que no la tolera. Ellas merecen todo mi respeto y admiración.

Y si el comercio desea vender a lo loco y saldar deudas, inventen el Día de la Moza. Ella se llevaría los regalos más costosos y todo sería más divertido porque se trata de comprar, al escondido, sin dejar rastro en las tarjetas ni en los saldos bancarios. Con el coronavirus es más fácil porque se puede adjudicar el gasto a una obra de misericordia.

***

PD.
Fenalco puede estar tranquilo. Vendrán muchísimos días para celebrar. Sugiero el Día de la Abuela. ¡Grandma’s Day!

AHORA EN Aura Lucia Mera