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Una mujer luminosa

Mientras la música sacra traspasaba de los vitrales hacia el infinito,...

10 de diciembre de 2013 Por: Aura Lucía Mera

Mientras la música sacra traspasaba de los vitrales hacia el infinito, recordaba a esa mujer luminosa, a Hilda Lourido de Caicedo. Siempre sonriente, con una dulzura que le salía desde el fondo del alma. Recordaba nuestros primeros encuentros, hace ya muchos años. Ella soñaba con entregarle a Cali un Instituto para que los niños especiales tuvieran un lugar adecuado dónde aprender, dónde poder relacionarse, dónde sentirse cuidados y protegidos. Cali no tenía ningún lugar adecuado. Y eran varias las mamás con esa inquietud.Al comienzo nos reuníamos en una vieja casa por la Circunvalación. Después el destino nos llevó hasta Timothy Loeb, vinculado a la Universidad del Valle, quien había perdido su único hijo, Tobías, un angelito rubio, un angelito especial, que con su muerte les dio la oportunidad a cientos de niños y niñas especiales como él. Recuerdo las visitas con Hilda a la casa de los Loeb. Curiosamente, el cuerpo de Tobias, siempre estaba presente. Embalsamado como un angelito.Hilda lo logró. Así nació el Instituto Tobías Emmanuel, modelo actualmente de capacitación para niños y jóvenes especiales. Recuerdo la emoción que la embargaba el día de la inauguración, con el presidente Carlos Lleras Restrepo.Recordaba también su entrega total a los demás. Ese amor infinito hacia su marido. Un “amor de setenta años”, como dijo Álvaro H. Caicedo, su compañero de vida. Siempre me emocionaba verlos. Solidarios. Unidos. Esas miradas llenas de ternura. Ese lenguaje silencioso que solamente lo comparten seres que se aman.Hilda Lourido. Un ser especial. Sin alardes. Discreta. Inteligente. Alegre. Valiente en la adversidad. Elegante. Espiritual. Fina. Una mujer que ayudó a cambiar la ciudad, porque siempre le tendió la mano y el corazón a las personas mas frágiles. Recordaba, mientras las notas se elevaban hacia el cielo... Y pensaba en ella, en el vacío que nos deja a los que tuvimos la oportunidad de conocerla. En el dolor infinito de su compañero de viaje, Álvaro, otro ser irrepetible, amigo de sus amigos, estoico en su pena. En mi amiga del alma ‘Micha’, con quien he compartido lágrimas y carcajadas. En Rodrigo, su hermano... Pensaba que personas como ella tendrían la obligación de ser eternas, porque el vacío que dejan nadie lo puede volver a llenar.P.D. 1. Hoy martes 10 la cita es en el Parque de las Banderas. Por la Paz, por el desarme. Por la No violencia en Cali. El arzobispo Darío Monsalve y Alba Stella, la hermana de los más vulnerables nos invitan a orar, marchar, expresarnos en forma pacífica pero contundente que no queremos una ciudad armada. Que no nos explicamos por qué las autoridades militares no autorizan este deseo de la ciudadanía. No entiendo que puede haber tras esta negativa reiterada. Estoy totalmente de a acuerdo con monseñor Darío Monsalve en que no existe “gente de bien” ni “gente del mal”. Existen seres humanos. Punto. Hombres, mujeres y niños que tenemos derecho a la vida, sin importar en cual estrato vivamos. O es que la vida de un adolescente de Aguablanca, Mojica, Marroquín vale menos que la del dueño del carro blindado o la señora que habita en un ‘Pent-house’?P.D. 2. Inaceptable el poderío que se le ha otorgado al procurador Ordóñez. Para nadie es un secreto que su arbitraria decisión de destituir al Alcalde de Bogotá es un asunto político y torcido, con intenciones bajo la manga. No voté por Petro. Cuestiono su soberbia y su improvisación en muchos aspectos, pero rechazo esta decisión del Procurador, personaje peligroso, oscurantista, retorcido y ambicioso. Líbrenos Dios de caer en las garras de estos personaje fundamentalistas de ultraderecha. Petro cometió errores, pero jamás cayó en la corrupción.

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