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Tsunami de letras

Lo que se creía una avalancha se tornó en tsunami en este tercer año de ‘Oiga, mire, lea’, el Festival Internacional de Literatura organizado y coordinado por la Biblioteca Departamental en cabeza de su directora, María Fernanda Penilla, y su equipo, Catalina Villa, y la asesoría del grupo de gestores.

4 de septiembre de 2017 Por: Aura Lucía Mera

Lo que se creía una avalancha se tornó en tsunami en este tercer año de ‘Oiga, mire, lea’, el Festival Internacional de Literatura organizado y coordinado por la Biblioteca Departamental en cabeza de su directora, María Fernanda Penilla, y su equipo, Catalina Villa, y la asesoría del grupo de gestores.

Desde la noche de su inauguración con la presencia de la gobernadora Dilian Francisca Toro, representación del alcalde Armitage, la magnífica interpretación de la Banda Departamental, los pasabocas vallecaucanos de La Boquería y la Plazoleta Central llena hasta las banderas, el Festival salió al aire como un cohete cargado de palabras para caer durante el resto de la semana ese tsunami de autores, libros, conversatorios, talleres infantiles y poesía.

El viernes el escritor español Jorge Carrión y el colombiano Santiago Gamboa deleitaron la audiencia -hasta el tope- compartiéndonos sus experiencias como viajeros infatigables que se meten en todas las callejuelas y rincones de las ciudades hasta arrancarles sus secretos jamás conocidos por los turistas. Carrión es especialista en libros de este género. Su último trabajo, Librerías, es un recorrido por la historia de ellas, desde Grecia hasta nuestros días, hurgando esos mitos de algunas, la triste desaparición de otras y los sitios preferidos de escritores como Goethe, Borges, Mallarmé, Cortázar, García Márquez, verdaderos ratones de librería y otros personajes oscuros que también las amaban como Stalin o Hitler. Un libro serio y apasionante para todos los que amamos los libros. Gamboa, gitano y peregrino, también compartió sus experiencias y la manera como hace para mimetizarse en las ciudades, “pasar por local” y desentrañar detalles de la cotidianidad de ellas.

Después llegó el torbellino de El Hambre. Martín Caparrós, quien jamás imaginó que el encuentro con una humilde mujer en un pueblo perdido en la pobreza desataría semejante bomba literaria. Escritor descomunal, en tamaño, anécdotas, cultura y sensibilidad. Se delata con la ternura en la mirada y el movimiento de sus manos largas que parecen haber tocado la epidermis del alma humana. Una verdadera revelación.

El sábado tres escritores fenomenales: Alonso Sánchez Baute, Giuseppe Caputo y Jorge Gardeazábal en un conversatorio sin tapujos sobre lo que significa ser homosexual y escritor y escribir sobre el tema. Frenteros, contestatarios, nos hicieron partícipes de sus vivencias, tanto como seres muchas veces discriminados por una sociedad misógina y machista, como de sus obras, leyéndonos apartes de sus obras, llegando al alma de los asistentes y despedidos con ovación de respeto y admiración.

Hoy martes los platos fuertes serán Alfredo Molano con María Elvira Bonilla a las dos de la tarde, y a las seis y media la entrega del Premio Autores Vallecaucanos, con Juan Manuel Roca y Juan José Hoyos.

No me alcanza el espacio, pero no se pierdan estos encuentros que seguirán en la Biblioteca hasta el 9 de este mes.

Qué tsunami. Qué vértigo. Qué experiencia única caer en este torbellino de libros, debates, reflexiones y palabras, palabras, palabras hiladas de forma magistral que nos invitan a adentrarnos en otros mundos, otras dimensiones, otros dolores y otras pasiones.

Oiga, mire y lea, le cambiará el mundo. Se lo aseguro. ¡Regálese esa oportunidad!

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