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Arzobispo líder

En la entrevista que le hicimos al alimón Beatriz López y la...

17 de julio de 2012 Por: Aura Lucía Mera

En la entrevista que le hicimos al alimón Beatriz López y la suscrita al Arzobispo de Cali, tengo que reconocer que salí con un buen sabor en el alma y en la boca. Casi cuatro horas de una charla descomplicada y sin tabúes. A cada pregunta, una respuesta directa y sin esconder nada. Lástima que el espacio en el periódico tiene sus normas y se nos quedaron muchas cosas entre el tintero. O no publicadas, que es lo mismo.Confieso que me costó trabajo visitarlo. Creía que el sancto sanctorum del arzobispado seguía al lado de la Catedral, donde viví una de las peores y más dolorosas experiencias de mi vida, que no vale la pena traer al caso. En ese entonces el obispo o arzobispo era Uribe Urdaneta. Que en paz o en otro sitio descanse. Me da igual.Gran sorpresa al entrar a la casona colonial. Precisamente donada por unos antepasados. Además la primera sede del Colegio del Sagrado Corazón, donde se gestaron mis verdaderas amistades, que me acompañan hasta el día de hoy. Fue como vivir en flash back el túnel del tiempo. El patio del recreo. La oficina de la madre Sardi. El terror de que nos llamara a castigarnos. Los salones de clase (ahora con cuadros coloniales increíbles). La fascinación por las clases de literatura. El miedo a pecar y condenarme... No tocarse. No tener malos pensamientos. No decir palabras feas. No leer libros malos. La dicha del recreo. Pero vuelvo a Darío Monsalve. Me gustaron sus respuestas. Sobre todo su compromiso formal de revisar el tema de los cementerios arquidiocesanos y el entierro de los más pobres. Los ancianos indigentes que recoge Ana Deiba y que sus familiares dejan tirados en la calle como perros sarnosos sin documentos. El negocio de las tumbas y cubículos de los cementerios del Norte y Sur... Recuerdo que a mi papá lo borraron de la lápida, para que nadie se diera cuenta de que habíamos enterrado tres cuerpos en la misma fosa. Sobra decir que en 24 horas lo habían vuelto a poner.Me gustó el compromiso de la auditoría para saber exactamente en qué se gastan muchos curitas de parroquia lo que sus fieles y la curia les da. A rendir cuentas. Punto.Y sobre todo, la investigación, sin temblar la mano, a los pederastas disfrazados de representantes de Dios. Nada de hacerse el de la vista gorda y cambiarlos de parroquia, para que cambien de niños. Se acabó esta danza macabra.Me gustó su fe integral. Su entusiasmo por su misión. Su reconocimiento de muchas falencias que todavía tiene la Iglesia Católica, que pareciera se quedó estancada en la Edad de Piedra.Me gustó ver al frente de Cali un verdadero líder. Como lo fue monseñor Isaías Duarte Cancino, matreramente asesinado por la mafia. Asesinato que sigue impune, entre otras...Se les llegó la hora a los curitas chocolateros, los de las manitos redondas y sudorosas, los de las preguntas morbosas, los que convertían las limosnas en plata de bolsillo.Estoy dispuesta, así no sea curera, ni practique muchas cosas de la religión en la que me bautizaron, a ayudarle a Darío Monsalve en su labor social. Gente como él es la que necesitamos. Y con el apoyo del alcalde Guerrero, a ver si al fin Cali tiene un cementerio de la ciudad. Ese sí como Dios manda. No como negocio. Es el momento de darle un giro a Cali. Ahora o nunca. Aprovechemos este cuarto de hora antes de que los buitres vuelvan a rondar.

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