Llamado a recapacitar

Por: monseñor Darío de Jesús Monsalve, arzobispo de Cali

Si el bien común no se logra y crecen las confrontaciones y realidades degradadas, necesitamos reflexionar y cambiar de decisión en aquellas materias que estamos perdiendo como sociedad.

Violencia y masacres, ilegalidad armada, miseria social, daño ambiental, economía criminal, cárceles hacinadas, niñez abortada y abusada, trata de personas, pérdida del sentido de la vida, abusos de poder y fuerza, corrupción política, entre otros males, tienen indicadores alarmantes.

A ello se añaden las alarmas rojas que el Covid-19 le da a la humanidad: efectos del modelo productivo y económico mundial, guerra biológica, excesos cientifistas, o cualquier explicación que se le dé, la humanidad, en cada sector y en las esferas de poder, deberá abrirse a la verdad del daño al equilibrio y a la sostenibilidad. Deberá, entonces, recapacitar sobre sus opciones de protección a la vida de todos y tomar decisiones contundentes.

La Palabra nos convoca a convertir un No en una nueva decisión de responsabilidad. Ni el tenido por malvado tiene que serlo por siempre, ni el tenido por justo está libre de volverse malvado. Ni “publicanos y prostitutas” son los descartables, porque pueden preceder ante Dios a maestros de la ley.

Jesús nos mueve a la humildad humana que él, siendo Dios, asumió hasta el horror de su cruz. Solo esta “cultura de humildad y despojo de sí”, de “humillarse por el bien de otros y de todos”, hará posible una resurrección de la vida personal y universal. Jesús es el “tercer hijo de la parábola” evangélica, el obediente y fiel a la voluntad del Padre, del “hombre que tenía dos hijos”.

Con Jesús, amar, servir y construir comunidad y unidad, se hacen posibles.

Las lecturas bíblicas de este domingo 27-09 nos animan a liderar espacios para “recapacitar” y volver a lo que Dios nos pide con Jesús.