La Nueva Evangelización

Desde hace algunos años, la Iglesia Católica frente a la crisis de fe, producida por el relativismo, el secularismo y la falta muy grande de una enseñanza religiosa bien sistematizada y más agresiva en el buen sentido de la palabra, ha retomado con mayor conciencia una tarea urgente que ha recibido el nombre de Nueva Evangelización.Se creyó que esta tarea era sólo para América Latina pero el papa Benedicto XVI ha convocado para el próximo octubre un sínodo en Roma sobre este tema donde los obispos del mundo quieren plantear al mundo católico una nueva reflexión y una nueva manera de vivir la misión que Cristo le encomendó a la Iglesia desde su comienzo.Algunos criterios para la Nueva Evangelización están planteados desde el Evangelio que hoy la Iglesia nos ofrece en su liturgia dominical. “En cierta ocasión, llamo Jesús a los doce y empezó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus malignos”. La misión de la Iglesia exige comunión. El testimonio de fraternidad de los apóstoles y profetas es la verdadera garantía de la misión en nombre de Jesús. El poder contra el maligno es un poder divino que faculta al profeta para resistir todo lo que no pertenece al mundo de Dios.“Les encargó que no llevaran nada para el camino, fuera de un bastón; que no llevaran pan, provisiones, ni dinero”. La austeridad y un auténtico espíritu de pobreza es la señal de que nuestra fuerza sólo se fundamenta en el poder del Espíritu Santo de Dios. Una de las estrategias evangelizadoras consiste en visitar con humildad casa por casa, donde residen el hombre y la mujer concretos. La palabra debe llegar al corazón mismo de la persona. Esta la acoge o la rechaza. La Iglesia no se cansará de buscar nuevas maneras para compartir la experiencia de Cristo muerto y resucitado como el único y verdadero sentido de la vida.