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Entrar en los sentimientos de Cristo…

Querido lector, quiero proponerle un camino que le puede ser de gran utilidad para esto y que, a mí, siempre, me conmueve y me toca las fibras más profundas del alma: lea uno de los relatos de la pasión de Jesús

28 de marzo de 2021 Por: Arquidiócesis de Cali

Por: José Roberto Ospina Leongómez, obispo de Buga

La Semana Santa es para nosotros, los católicos, una oportunidad maravillosa para dejarnos amar por el que dio la vida por cada uno de nosotros. Alguien podría preguntar: Pero… ¿cómo me dejo amar?

Querido lector, quiero proponerle un camino que le puede ser de gran utilidad para esto y que, a mí, siempre, me conmueve y me toca las fibras más profundas del alma: lea uno de los relatos de la pasión de Jesús, narrado por alguno de los evangelistas. Este año, la liturgia nos propone el relato del evangelio de Marcos, capítulos 14 y 15.

¿Qué suelo hacer? Meterme en los sentimientos de Jesús, como si yo fuera el que estuviera viviendo la pasión. Se trata de sentir con Jesús, por ejemplo, ¿Qué sintió Jesús cuando ve que uno de ellos, Judas, lo va a traicionar vendiéndolo por unas monedas? Le habían confiado la economía del grupo y se dejó llevar por la ambición (cómo suele suceder, hasta el día de hoy, con algunas personas de toda la confianza). O ¿Qué estaba sintiendo Jesús cuando le dice a Simón Pedro que lo va a negar? Y Pedro le dice: “Aunque todos fallen, yo no” (tenía buena voluntad como cualquiera de nosotros, pero cuán débil era y cuánto temor lo invadió, para llegar a decir: “No conozco a ese hombre”). Cómo hubiera querido Jesús replicarle: ¿Qué no me conoces, Pedro? Sintamos la decepción de Jesús y su tristeza. Marcos nos dice que cuando llegaron después de la cena a un lugar llamado Getsemaní, Jesús llevó consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir temor y angustia. Entonces les dijo: “Me muero de tristeza”.

O, ¿Qué sintió Jesús cuando Judas, con un grupo armado de espadas y palos, llegó y lo besó diciéndole: Maestro… (consigna dada para que lo apresaran) y Jesús les dice: “¿Han venido a detenerme armados de espadas y palos como si fuera un ladrón?”.

Entonces, todos lo abandonaron y huyeron. ¿Qué sintió al verse solo y abandonado por el grupo de sus amigos?

Este es el ejercicio que estoy proponiendo, con todos los otros pasajes de la pasión.

Regálese un tiempo de intimidad, leyendo la pasión detenidamente, y verá el efecto que produce en usted y la fuerza interior que le suscitará para amar, perdonar y ser mejor persona. Feliz Semana Santa.

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