Cristo es camino, verdad y vida

Cuando una persona se despide, sus palabras quedan clavadas en la mente y en el corazón. En su discurso de despedida, en la última cena, Jesús de Nazaret, les dice a sus discípulos que no pierdan la calma, que Él, es el Camino, la Verdad y la Vida; que quien lo ha visto, ha visto al Padre Dios.Así Jesús de Nazaret, alienta la esperanza en sus discípulos porque sabía que el momento de su pasión y su muerte, sería para ellos ocasión de escándalo, de miedo y de dispersión.La separación física de sus discípulos, será motivo de tristeza y por eso el Señor Jesús los invita a la confianza al decirles: “Crean en Dios y crean también en mí”.A los creyentes los derrumban los problemas, el pesimismo, a veces se piensa que no hay una salida posible.Jesús de Nazaret, gran conocedor del corazón humano, sabe que en la vida hay situaciones límites, que nos ponen en crisis, a nivel personal y familiar.Entonces vale la pena acudir a Dios en la oración, con confianza.A Jesucristo se le acepta o se le rechaza, Él ha dicho. “El que no está conmigo, está contra mí”. Él ha proclamado su identidad al afirmar: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”.Jesucristo es Camino que nos conduce al Padre Dios, es la Verdad que nos hace libres y es la Vida que da sentido auténtico a nuestra vida, si la gastamos y la entregamos en creer, amar y servir a los demás. La más grande equivocación e ilusión es pensar que el poder, el tener y el placer hacen felices al pobre corazón humano. Al proclamarse Jesucristo “Camino, Verdad y Vida”, está afirmando que Él tiene las respuestas acertadas a los grandes interrogantes sobre el sentido pleno de la vida y como ser feliz en esta tierra. La fiesta de la Pascua del Señor, que celebra la presencia de Cristo Resucitado, nos llena de serena esperanza y de alegría en medio de las dificultades de la vida. El Señor Jesús nos da con su Evangelio, una voz de ánimo y de aliento, nos dice: “Crean en Dios y crean también en mí”.