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“Tu es petrus”

Así nombró Jesús al primer Vicario Terrenal y le entregó a Pedro...

30 de junio de 2013 Por: Antonio José Caballero

Así nombró Jesús al primer Vicario Terrenal y le entregó a Pedro las llaves de la Iglesia advirtiéndole: “Y las puertas del infierno no prevalecerán contra Ella”. Pero parece que esas puertas tenían entradas falsas y se abrieron a la corrupción y el desorden en los últimos pontificados desde Paulo VI hasta Benedicto XVI. “Dinero, estiércol del diablo”, dicen las sabias lenguas de la vida.Fue el Banco Ambrosiano el que en las postrimerías del papado de Montini produjo el gran escándalo de quiebras y malas inversiones, capitaneadas por el cardenal Marcinkus, una especie de guardaespaldas que salvó a Paulo VI de un atentado en Manila pero cayó en la tentación de los dineros del IOR -Instituto para las Obras Religiosas-. No fueron agradables los días últimos del papa Montini con estas noticias a las que se sumaron el suicidio de uno de los managers de la Banca Vaticana, Roberto Calvi, y la aparición de Michele Sindona, otro genio de las finanzas enredado con organizaciones de extrema derecha en el sur de América Latina.La historia del silencio siguió hasta el 13 de marzo pasado, cuando fue elegido el cardenal Jorge Mario Bergoglio, quien se nominó papa Francisco. Allí empezó el vía crucis de la Curia romana acostumbrada a manipular “a todo y a todos”. Aparte del cambio a la sencillez y la humildad -“quiero una iglesia pobre para los pobres”-, acaba de dar dos golpes a la burocracia y despilfarro vaticanos. Una Comisión integrada por cardenales de todos los continentes, coordinados por el hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga, quien en el precónclave se destacó por su posición: “Cero a la corrupción y el escándalo”. Ellos tocarán lo intocable. La Constitución Apostólica, legado de Juan Pablo II para reformar a fondo las funciones de la desprestigiada curia romana.Francisco visitó, oyó, y trabaja con el grupo que “irá hasta el final, porque las reformas no las puedo hacer solo”, dijo el Papa que asombra con su carisma y sencillez.Y esta semana el otro golpe. El Papa nombró otra comisión de cinco personas coordinadas por el cardenal Raffael Farina, que tiene el encargo de meterle manos a la Banca Vaticana -IOR-. Lavado de dineros, transparencia y destino de dineros para obras religiosas son temas a investigar por la comisión que tendrá la asesoría del actual presidente, Ernst von Freyberg, quien reveló que en cinco meses del 2013 se han detectado siete transacciones sospechosas. El viernes precisamente cayó el primer implicado: monseñor Nunzio Scarano, contador de uno de los departamentos financieros del Vaticano, quien fue arrestado y es acusado de lavado de dinero y malversación de fondos.Todo esto, más los escándalos sexuales -“Se habla de lobby gay, es verdad, está allí… hay que ver qué podemos hacer”, dijo el propio Obispo de Roma-, será motivo de investigación, y aquí sí hay tiempo definido, lo que queda de este año, y todo a fondo, como lo pidiera en mi crónica de San Pedro el hombre misterioso que tenía una tela que rezaba: “Francesco I, nuovo Papa”, que resultaría electo tres días después. Él dijo: “No solo se debe llamar Francisco, sino ser como Francisco. Limpiar la Iglesia desde el fondo”.Pues se cumplen hasta ahora las peticiones de la Iglesia de la calle. Fuera lujos y más compromiso con los que menos tienen. La Iglesia del amor, que tendrá sorpresas en su próximo viaje a Brasil para encontrarse con los jóvenes. El Papa es artífice del gran documento sobre la Nueva Evangelización. Él también es Pedro y tiene las llaves de la Iglesia, y por lo visto las usa bien a pesar de los comentarios descomedidos: “Campechano”, “puro folclor latino”, “no tiene estatura intelectual”, y sin aspavientos trabaja la reforma.Me acuerdo del ‘Papa Bueno’, Juan XXIII, campesino de Sotto il Monte cuando citó el Concilio Vaticano II. La Curia quiso declararlo “mentalmente incapaz”, y riendo le decía a su secretario Capovilla: “Me dicen Vicario de Cristo, y creo que no doy ni para secretario”. Así piensa el papa Francisco, querido por todos como “párroco del mundo”.