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De la gloria al infierno

Sucedió esta semana en el mismo estadio Pascual Guerrero de Cali, y...

9 de diciembre de 2012 Por: Antonio José Caballero

Sucedió esta semana en el mismo estadio Pascual Guerrero de Cali, y fue otra vez el encuentro de la furtiva en dos ojos diversos. Uno, el triste, lloraba la partida de Miguel ‘El Cóndor’ Calero. El otro, el abatido, descargaba rabia y desesperanza por el lamentable espectáculo que dio el América a su hinchada.Recordábamos esas tardes de gloria que nos dio Miguelito Calero en el Cali, en la Selección y allá en el país maya-azteca a sus “tuzos del alma” que lo premió con su nacionalidad, que para ellos es lo más sagrado después de Dios y los padres.Volvieron esos brazos que invitaban al grito de victoria; esos pasos bailarines como su tierra, el Valle, para celebrar los goles, que le encantaba marcar a sus colegas. Retornaron esos retratos con sus gorras deportivas siempre en su sitio, hasta en el cabezazo goleador que lo llevó a la historia de los goleros goleadores. O esos saltos infantiles que hacía adornados de sus pañuelos coloridos que le cubrían la calva, ya familiar en el fútbol.Tanto le quiso la gente, que al final dividieron sus cenizas. Allá, en tierras de ancestros guerreros, dejaron una parte; aquí, en la tuya, serás siempre recordado por tu ejemplo en el deporte: lucha, entrega, sangre en ese corazón grande y respeto por esa afición de aquí y de allá que riega con lágrimas tu nicho. Gracias por siempre Miguel, Ángel del fútbol.Y el otro ojo, el triste, al que le tocó ver en ese mismo lugar a una fanaticada engañada por el equipo de sus sueños: nuestra ‘mecha’. No llega ni a equipo de potrero. Y perdón, profesor Lara: usted me conoce en las buenas y las malas. Soy el mismo directo y le digo que allí no hay nada. No hubo nada después de la siesta en los laureles de la primera ronda.Algo pasa dentro del vestuario entre Usted y los señores de la plantilla que no llegan al honor de jugadores profesionales del fútbol. No vi, y lo escribo ya en preterito, nada de lo suyo porque sus jugadores interpretaron sin partitura, como los músicos casuales. Sería bueno que contara qué le pasa al América por dentro. Y si los jugadores lo saben, les ofrezco mi tiempo y mi espacio. Siempre con respeto, pero con verdad.Esto tal vez resulte duro pero es lo que siento como hincha, por supuesto con el debido reclamo a los bárbaros disfrazados de ‘barras bravas’, que no son más que delincuentes que hay que castigar como tales. Sin darles títulos sociales que sólo esconden la realidad y nos llevan a ser la afición vetada en los estadios locales y nacionales, como el martes en Cúcuta.Ah, ¿y los directivos? ¡Bien Gracias! Todo arreglado. Cuándo salen de ‘la Clinton’. Dónde quedó la cacareada ‘democratización’ del equipo. Cuándo veremos el cambio compacto en la línea directiva del equipo. Una directiva de toda confianza para todo y para todos. Qué lástima desperdiciar y desesperanzar a esa hinchada fiel, firme y sentida con ustedes.Por mi, ‘la mecha’ sale a vacaciones de mi corazón rojo, pase lo que pase el martes en Cúcuta. Ojalá no ocurra nada que lamentar, porque hay buitres rondando el desastre. Qué vergüenza de defensa. Estrellándose entre ellos, en esos puestos sagrados donde hicieron gloria ‘el indio’ Montaño; Carlos Mousegne; Arcángel Britto; ‘Charol’ Gonzalez; ‘Finito’ Ruiz. Y en el ataque: Zazzini; Cervino; Blanco; Carlos Paz; Cuero; ‘El Barby’; ‘Chinola’ Aragón, y así pudiéramos acabar páginas con los grandes que sembraron gloria en este potrero de zarza.En fin: al cielo se fue Miguel Ángel; y en la tierra, esta tristeza fue el regalo de ‘los diablos’.***PD. ‘Negro’ Restrepo, aquí tenemos muchas cosas por hacer y muchas historias por contar, incluidas las de Puerto Tejada y Quilichao. Nos vemos pronto.