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Irma, Francisco y Piedad

Para los que creemos en la voluntad divina, no hay duda de que Trump se ha dedicado a tentar a la Providencia.

14 de septiembre de 2017 Por: Angela Cuevas de Dolmetsch

Para los que creemos en la voluntad divina, no hay duda de que Trump se ha dedicado a tentar a la Providencia. No sólo son sus posiciones negativas frente al cambio climático sino su mezquindad hacia los inmigrantes y ahora hacia el millón de niños que llegaron a Estados Unidos cuando eran bebés y que el gran Obama estaba en proceso de concederles la nacionalidad. Muchos de ellos son estudiantes destacados en universidades o profesionales exitosos en grandes empresas norteamericanas.

Pareciera que la fuerza del rechazo y las malas vibraciones pudieran causar desastres naturales sin precedentes: huracanes devastadores, terremotos, incendios forestales y la amenaza latente de una guerra de misiles con un loco norcoreano con quien tuvo la mala suerte de coincidir.

Nunca olvidaré aquel año funesto para Colombia, 1985, cuando con pocos días de diferencia, vivimos el holocausto del Palacio de Justicia en el que murieron más de 100 colombianos y la avalancha del Nevado del Ruiz, que acabó con Armero enterrando 30 mil personas, desastres inimaginables que marcaron para siempre la historia del país. En ese tiempo estaba de moda el narcotráfico y los carteles se pavoneaban dando prebendas a todo el mundo, generando ese país del dinero fácil y la corrupción rampante de la que nunca nos hemos podido recuperar. A lo mejor también los desastres de esa época fueron castigos divinos.

Para los colombianos la semana pasada fue una semana de anticlímax. Recibimos la visita del papa Francisco, ese hombre extraordinario que tuvo la humildad de venir a bendecirnos y dejar una serie de enseñanzas que deberían ser los principios rectores de instituciones educativas, empresas, familias y sobre todo, entidades financieras. Deberían ser escritos en letras de molde en los espacios de recreación y de trabajo para que todos hagamos el esfuerzo de ser mejores seres humanos. Y por otro lado escuchábamos los miedos de nuestros amigos amenazados por el huracán Irma.

Recuerdo algunos apartes de las palabras de Francisco: “La esperanza debe siempre mirar el mundo con los ojos de los pobres y desde la situación de los pobres. La riqueza autosuficiente con frecuencia priva la mente humana de la capacidad de ver, sea la realidad del desierto, sean los oasis escondidos, propone respuestas de manual y repite certezas de ‘talkshows’, balbucea la proyección de si misma, vacía sin acercase mínimamente a la realidad”.

Apenas nos reponíamos del anticlímax cuando llegó Piedad Córdoba a Cali. Desde la entrevista con la madre de Sigifredo López, quien le imploraba que intercediera ante las Farc, no la veía ni la escuchaba de verdad, eran solamente rumores en la prensa que llegaban con sus alaridos de noticias y chivas. Piedad viene con su vientre de mujer cargado de perdón, como nos lo enseñó Francisco. El próximo jueves a las 8:00 p.m., en ‘El Agora’ del canal Telepacífico, Piedad nos cuenta la verdad.

Sigue en Twitter @Atadol