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El sexo en la nómina

Si hay algo que les molesta a los empresarios y presidentes de...

5 de febrero de 2016 Por: Angela Cuevas de Dolmetsch

Si hay algo que les molesta a los empresarios y presidentes de compañías es que se hable del sexo en la nómina. El acoso o el asedio a las secretarias o subalternas y las relaciones extramatrimoniales que se desprenden de la dependencia laboral son legendarias. Infortunadamente ni siquiera con la liberación femenina esta costumbre arcaica ha cesado. Son pocos los que con la mano en el corazón pueden decir que así haya restricciones laborales para que esto no ocurra no caen en la tentación facilista de aprovechar su posición de mando para asediar a aquella niña de la minifalda y convertirla prontamente en su querida, otorgándole todos los beneficios en detrimento de los demás y dándole una posición de poder. Hay pocas empresas que prohíben taxativamente esta práctica y no hay inducción obligatoria en el código laboral sobre las relaciones sexuales con subalternos pues siempre está de por medio si el asedio fue consensuado o no y mientras tanto, son pocas las mujeres que acuden a la ley, además las denuncias no prosperan. Es más, muchas veces terminan en el despido de la acosada.A diferencia de Europa y Estados Unidos donde el acoso sexual es un delito grave y sancionado severamente, en Colombia si bien también es un delito en la práctica el país machista lo ha minimizado para que aparezca como un simple desliz.Por eso el caso Otálora es tan importante y el hecho que un Defensor del Pueblo sea obligado a dimitir es histórico. Seguramente el señor Otálora y sus seguidores entre los que se cuentan aquellos jefes que están en situaciones similares van a hacer ahora privadamente todo lo posible por minimizar el caso y justificar su conducta. Es importante que las empresas de todo el país incluyan en los reglamentos laborales la prohibición expresa de relaciones sexuales entre jefes y subalternas, el caso Otálora debería generar una ola de inducciones y cursos obligatorios. En el Valle somos líderes en el conocimiento de las reglas y las sanciones que el acoso sexual genera, pues el movimiento social de mujeres de nuestra ciudad y departamento por décadas lleva capacitándose internacionalmente para entender y manejar el tema que requiere como dicen los expertos en informática un cambio completo de chip.Si en esta crisis social del Siglo XXI la familia nuclear va a continuar como el pilar de la sociedad, no es sano que esta se genere en una relación de dependencia laboral que seguramente se reflejará en el hogar y si hay hijos se va a repetir el esquema en generaciones futuras. Por eso este paso que ha dado Colombia gracias al valor de Astrid Helena Cristancho de investigar legalmente y obligar a renunciar a un funcionario de tan alto nivel como el Defensor del Pueblo es trascendental y no un chiste más de catre como lo han tratado algunos medios de comunicación.