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El dilema del Valle

La decisión de posponer indefinidamente las elecciones atípicas para Gobernador, una respuesta...

14 de enero de 2011 Por: Angela Cuevas de Dolmetsch

La decisión de posponer indefinidamente las elecciones atípicas para Gobernador, una respuesta a un clamor ciudadano, tiene tanto de largo como de ancho. La excusa y la razón jurídica es la ola invernal. Así lo dijo el presidente Santos. Sin embargo, detrás de la voluntad popular hay un sentir moral: “No queremos que nos gobiernen desde La Picota”. Todas las encuestas, muy a pesar de Jorge Homero Giraldo, daban al candidato Víctor Julio González como ganador y seguramente su sucesor sería también un amigo del ex senador Martínez, tan cuestionado por sus vínculos con Buenaventura y con la CVC; a ésta última se le culpa por el desgreño administrativo al no poder preveer los desastres del invierno.Juan Carlos Abadía finalmente terminó destituido por haber dado el papayazo que muchos esperaban con paciencia, al pensar que participar en política apoyando a Andrés Felipe Arias (Uribito), el candidato del presidente Uribe, no le iba a acarrear la sanción de ley. Qué ingenuidad tan garrafal pensar que Uribe lo defendería. Era la perfecta solución a un gobernante que resultaba incómodo por sus vínculos con un personaje encarcelado en La Picota. Juan Carlos Martínez fue creación de Carlos Herney Abadía, quizá para guardarle el espacio político a su hijo mientras éste tenía la edad para coger las riendas del movimiento. Qué pesar que Juan Carlos Abadía haya llegado tarde y no pudo sacudirse de los vínculos con personas acusadas penalmente. En realidad los votos no son ni del uno del otro. La senadora Dilian Francisca Toro es la mayor electora del Departamento, una mujer inteligente, con perspectiva de género, que se ha ganado a su electorado cumpliéndole y manejando sus campañas con una organización milimétrica, como lo demostró en la contienda para la Presidencia de Juan Manuel Santos. Es ella quien tiene el caudal electoral para elegir, no sólo congresistas, sino también gobernadores y alcaldes. Es ella la que debe asumir el compromiso con el Departamento. Líder sin igual del Partido de la U, debe buscar aliados acordes con los principios éticos y morales de su formación médica. Para el Valle queremos un Gobernador íntegro, no sólo como lo tenemos ahora para el período que resta, sino para el próximo cuatrienio. Un hombre o una mujer que no nos haga sentir avergonzados, ni nacional ni internacionalmente, que sea preparado y que pueda sin miedo acogerse a los parámetros de Transparencia Internacional, como tantas veces lo hemos sugerido. Así le demostraremos al país que el Valle del Cauca sí puede salir del oscurantismo, de los teje manejes y de la corrupción y es éste un compromiso que tenemos que asumir tanto candidatos como electores. Y a mis lectores, mis agradecimientos de todo corazón por sus comentarios constructivos, y un feliz año 2011.