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Los ferrocarriles

Hace un par de semanas vimos al presidente Santos, montado en una...

15 de agosto de 2012 Por: Alfredo Carvajal Sinisterra

Hace un par de semanas vimos al presidente Santos, montado en una locomotora del ferrocarril. Luego anunció desde Buenaventura la puesta en marcha por enésima vez en las últimas décadas, del tren de Cali al puerto. Una iniciativa que ojalá se realice pronto, acometiendo también su modernización. Se trata de un medio de transporte más eficiente que el automotor, el mayor consumidor de combustibles fósiles, gasolina y petrodiésel.A principios del siglo pasado los ferrocarriles eran una actividad próspera y de inmensa importancia. Fue el primer medio de transporte que nos conectó con el puerto, liberando a las pobres mulas de un trabajo agotador. ¿Por qué desaparecieron? Se les puede atribuir a dos motivos: El primero fue la naturaleza de una entidad sin propósito de subsistencia claro de largo plazo. No se renovó el equipo, se continuó utilizando maquinaria obsoleta, se deterioró el servicio, se ignoraron las exigencias de los clientes y se desestimó la competencia.Los FFNN, al igual que otras empresas del Estado, fueron captados por la política mal entendida, la cual busca más el beneficio personal que el bien común. Se burocratizaron creando nóminas onerosas, con el propósito de comprar favores políticos. Fracasaron en su empeño por utilizar criterios administrativos equivocados o perversos, de la misma manera como hemos visto desaparecer entidades nacionales o regionales como Puertos de Colombia, Telecom, Emsirva, Calisalud, etc. Las Empresas Municipales de Cali se salvaron gracias a una oportuna intervención del Gobierno Nacional, de lo contrario hubiesen quebrado. Los empleados de los Ferrocarriles se jubilaban aún jóvenes, en condiciones muy favorables, como aún ocurre en no pocas entidades del Estado. En la Gobernación del Valle las pensiones cuestan el doble de la nómina. Sin duda uno de los obstáculos para la prosperidad de las empresas estatales es que en general son regidas por ejecutivos con criterios inmediatistas. Los cargos políticos son ostentados por períodos cortos y quienes los ejercen les conviene tomar decisiones cuyos resultados puedan aportarles dividendos electorales. Su visión y sus objetivos son, no sin razón, de corto plazo. Además para evitar la corrupción, nos hemos llenado de normas y reglas que obstaculizan o demoran las acciones. Dichas empresas son paquidérmicas y aún así no se impiden los ilícitos.Otra razón primordial para su desaparición fue que seguimos el modelo de los Estado Unidos cuyo gobierno privilegió las carreteras y los autos equivocadamente. Solo ahora se han dado cuenta del error y están tratando de enmendarlo. Eso es lo malo de imitar a los países desarrollados ciegamente, ellos también se equivocan.Para el Valle, debido a su geografía, sería de inmenso provecho contar con un ferrocarril rápido de trocha ancha. Acercaría a nuestras ciudades, con un uso más racional de la energía. En un tren rápido como los europeos se podría viajar en una hora de Cali a Cartago. Además aminoraría el tráfico en las carreteras y se disminuirían los fletes. La competencia racionaliza los precios. El cobro por quilómetro de recorrido entre Buenaventura y Cali es el más alto de Colombia. Nuestro país se lleva la medalla de oro en el costo de las tarifas de carga terrestre. Ojalá esta concesión sea bien adjudicada y contemple válvulas de escape, en el evento de que no funcione, a diferencia del aeropuerto que aún continua sin solución.