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Zanahoria y garrote

Así como se menciona la existencia de la aplicación CoronApp en casi todos los canales de comunicación, se deben implementar incentivos positivos que motiven aún más el uso de esta herramienta.

26 de abril de 2020 Por: Alfonso Otoya Mejía

Cuando llegó la pandemia a nuestro país, la mayoría analizamos el caso exitoso de Corea del Sur. En ese país las autoridades se enfocaron en el uso combinado de dos estrategias.

Primero, la intensa utilización de pruebas que permitiera identificar las personas asintomáticas. Segundo, el uso obligatorio de una aplicación de teléfonos móviles que informaba a la población de su nivel de riesgo y monitoreaba sus movimientos. Permitía a sus usuarios y al gobierno coreano saber a través de georreferenciación, quiénes habían estado en contacto con una persona positiva al virus y así ordenar la prueba que permitiera saber si ese contacto había generado nuevos contagios.

Esta estrategia que para muchos mostraba ser segura y eficiente, debía ser implementada en nuestro país.

Aunque no voy a entrar a discutir el tema de las pruebas pues fue materia de mi columna anterior, creo que aunque existe buena voluntad por parte de nuestros gobernantes, no se observa avance positivo en ese terreno.

Sin embargo, respecto a la aplicación móvil, esta se encuentra disponible para ser descargada desde hace 15 días. En Colombia los celulares con planes de datos son cerca de 23,8 millones. Al sábado 25 de abril, había un poco más de 1,7 millones de persona inscritas en el CoronApp, lo cual representa tan solo un 7,1% de los usuarios potenciales.

El CoronApp es una herramienta que de manera rápida puede identificar e informar a una persona que ha estado en contacto con un caso positivo de Covid 19. Igualmente, la aplicación puede informar a sus usuarios los sectores con alta concentración de casos positivos de virus de tal manera que podamos abstenernos de visitar esos lugares o extremar las medidas de protección cuando sea indispensable nuestra presencia ahí.

El éxito de la aplicación en cuanto a contención del virus e insumo para toma de decisiones económicas, solo resulta posible si se logra masificar su uso, y con 1,7 millones de usuarios estamos muy lejos de esa posibilidad. ¿Entonces por qué la gente no descarga la aplicación?

Así como se menciona la existencia de la aplicación en casi todos los canales de comunicación, se deben implementar incentivos positivos que motiven aún más el uso de esta herramienta. Los seres humanos nos movemos con incentivos. Por ejemplo, se podría trabajar con las grandes cadenas de supermercados o las compañías de entrega de domicilio, para que generaran un descuento por el cargue y uso de la aplicación.
Igual debería ser el CoronApp el mecanismo de validación de movilidad y debería contener la suficiente información para las autoridades en los retenes que buscan garantizar la cuarentena.

De no ser suficiente la zanahoria, y sabiendo que el sólo hecho de usar una aplicación puede garantizar mejoras significativas en las disminuciones de los contagios y la exposición al riesgo de todos, se deberían implementar medidas un poco menos amigables pero que seguro lograrían la masiva descarga y uso de la aplicación.

Por ejemplo, se podría adoptar la política enfocada en quienes tienen plan de datos, de solo aceptar pacientes de Covid-19 en las unidades médicas si tiene descargada y activada la aplicación. Estoy seguro que de tomarse una medida autoritaria como ésta el número de descargas se masificaría y los beneficios serían para todos. Cuando la zanahoria no está funcionando el gobierno tiene que empezar a hacer uso del garrote.