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Esta semana de nuevo se encendieron las alarmas porque a algunas personas se les ha retrasado la segunda dosis. La explicación del Ministerio de Salud es que se tomó la decisión de vacunar más personas y postergar unos días la segunda dosis

11 de abril de 2021 Por: Alfonso Otoya Mejía

Con alegría recibí la noticia de varios caleños mayores de 70 años que acudieron a los centros de vacunación masivos habilitados por la Alcaldía. Se pudieron vacunar todos, como debe ser, indiferente del régimen al que pertenecen. Los comentarios son muy positivos respecto a la organización, eficiencia y rapidez en la vacunación. ¡Bien por Cali!

El lunar ha estado, hoy y siempre, en la disponibilidad y cantidad de vacunas. Sin embargo, esta situación de oferta hay que ponderarla en el contexto mundial. Muchos criticaron al gobierno por la demora en iniciar la vacunación e incluso cuestionaron la veracidad respecto a la fecha de inicio y la cantidad de vacunas comprometidas. La verdad es que el Gobierno Nacional cumplió tanto con las fechas como con las cantidades. Hoy Colombia ya supera a otros países de la región como Perú y Ecuador, que aunque iniciaron su proceso de vacunación antes y tienen poblaciones más pequeñas, están muy por debajo de nuestra población vacunada que ya llega a un 5% muy cercano al promedio mundial. Estos datos no son para sacar pecho, pero tampoco son para condenar ni estigmatizar un proceso que apenas inicia y tiene todas las posibilidades de mejorar.

Esta semana de nuevo se encendieron las alarmas porque a algunas personas se les ha retrasado la segunda dosis. La explicación del Ministerio de Salud es que se tomó la decisión de vacunar más personas y postergar unos días la segunda dosis. Países como Inglaterra han realizado la misma estrategia y hoy ya vemos como de nuevo llegan vacunas para garantizar las pendientes sin haber sacrificado la efectividad de la misma. Creo firmemente que en esta coyuntura debemos ser positivos, celebrar las buenas decisiones y proponer alternativas que ayuden a generar un mayor número de personas inmunizadas.

En esa línea me atrevo a plantear dos mecanismos que pudieran agilizar la llegada de vacunas a nuestro país y mejorar la velocidad con la cual se está vacunando la población. El primero sería permitir que los privados puedan importar vacunas y por cada vacuna importada, le entregaran una al gobierno. Esta fórmula reduciría la presión por vacunas en dos vías. Menos personas que demandaran vacunas del gobierno pues son vacunadas por privados y más suministro para el plan de vacunación estatal.

La segunda sugerencia, aunque empieza a tomar fuerza con la implementación de los puestos masivos de vacunación, debería ser una decisión gubernamental. Las personas son quienes deben ir a buscar la vacuna y no el gobierno salir a buscar a las personas. Suficiente tiene el gobierno con tener que garantizar disponibilidad, capacitación e implementación del plan nacional de vacunación. El gobierno simplemente va estableciendo unos criterios de elegibilidad y todos quienes cumplan esos criterios pueden ir a solicitar la vacuna. Estado Unidos ya logró vacunar a más de 100 millones de personas con este mecanismo. Pretender confiar en las bases de datos es un desgaste innecesario que además puede significar el desperdicio de vacunas en un momento en el que no estamos para esto.

La solución a esta pandemia apenas la estamos ensayando, esperemos sea efectiva. Para lograr una victoria duradera todos tenemos que cumplir con nuestra parte cuidarnos y vacunarnos. El gobierno nacional, agilizar la entrega de vacunas y que nuestro gobierno local mantenga la buena gestión en los centros de vacunación. De todos depende poder cantar victoria.