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Solución para todos

Las posiciones son reconciliables y nuestra ciudad puede tener la continuidad de la Avenida Pasoancho, sin perder ni interrumpir el libre tránsito de especies en el Zanjón del Burro.

28 de febrero de 2021 Por: Vicky Perea García

Hace pocos días resurgió el debate sobre la prolongación de la Avenida Pasoancho y el cruce sobre el conocido Humedal de la Babilla o Zanjón del Burro. Para muchos, esta discusión de años en la ciudad se limita a un tema de cuidado y protección del medio ambiente, lo cual no es del todo cierto.

La Avenida Pasoancho es uno de los principales corredores viales que permite conectar el norte de la ciudad con el sur. En los diferentes POT que ha tenido Cali se encuentra planteada esta vía como un trazado continuo desde la autopista sur a la altura del sector conocido como La Luna hasta conectar en el sur con la vía La Vorágine. Hoy, muchos años después, a su paso por nuestra ciudad esta importante arteria vial cruza ríos emblemáticos como el Río Meléndez y el Río Lili. Sin embargo, la avenida se encuentra interrumpida en un poco más de 100 metros por el Zanjón del Burro.

Cada vez que se ha tratado de dar continuidad a la vía surgen voces de protesta en redes sociales y algunos artículos periodísticos que atacan de manera vehemente el desarrollo de la conexión. Los argumentos que se esbozan son ambientales y van desde la protección al hábitat de unas babillas, que no son endémicas de la zona y que por fortuna el Dagma ya reubicó hasta argumentos que consideran a este humedal y zanjón como un conector importantísimo con Los Farallones.

La ingeniería a nivel mundial y en Colombia ha aprendido a realizar construcciones de infraestructura que respetan y son amigables con el medio ambiente. Existen ejemplos que van desde carreteras en el sudeste asiático hasta desarrollos viales en Europa y Norteamérica. El caso colombiano no es la excepción y el viaducto Gran Manglar en la vía que conecta a Cartagena con Barranquilla es una muestra que se pueden realizar obras de infraestructura que minimizan el daño ambiental. Por lo visto se puede hacer en todo el mundo menos en Cali.

Para nuestra ciudad, no estamos hablando de una obra de infraestructura que atraviese un gran parque natural de miles de hectáreas. Se trata de un cruce de proporciones pequeñas que con los avances de la ingería se podría catalogar como básico. Seguramente los diseños existentes de la obra que se pretende realizar no están ajustados a los avances de la ingeniería, y se parecen más a los cientos de cruces de ríos y humedales que tiene nuestra ciudad que nunca contemplaron el daño que le generaba al medio ambiente. Sin embargo, considero que se pueden construir diseños ajustados a las nuevas realidades.

Mi llamado a la comunidad, los concejales y la administración, es que en vez de ir a sembrar árboles, tomarse fotos y seguir prometiendo que no van a hacer la vía, busquen e implementen soluciones innovadoras que permitan tener un paso que respete el medio ambiente y ayude a descongestionar el sur de la ciudad. También es un tema de calidad de vida, los trancones en ocasiones son de varios kilómetros de largo, horas enteras metidos en un carro, cuando la solución estoy seguro es posible.

No dejemos que algunos ciudadanos que pretenden garantizar un barrio exclusivo se escondan bajo la máscara de ambientalistas e impidan mejorar la calidad de vida y el desarrollo de los caleños. Creo firmemente que las posiciones son reconciliables y nuestra ciudad puede tener la continuidad de la Avenida Pasoancho, con lo cual se lograría avanzar en la descongestión del nudo vehicular sin perder ni interrumpir el libre tránsito que tienen aves, guatines y otras especies en el Zanjón del Burro.