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¿Por qué Cali?

Es evidente que los programas de transformación social no dan frutos de la noche a la mañana. Deben ser continuos en el tiempo pues uno de los principales logros que tienen es la reconstrucción de la confianza.

23 de mayo de 2021 Por: Alfonso Otoya Mejía

Desde el estallido violento del 28 de abril, los colombianos y en especial los caleños, nos hemos preguntado ¿por qué el fenómeno del vandalismo y los bloqueos se presentan de forma más marcadas en nuestra ciudad?
Si bien las protestas y el paro han sido generalizados en todo el territorio nacional, las imágenes de los actos vandálicos más atroces y la mayor duración de los bloqueos con sus respectivas y nefastas consecuencias, han sido en nuestra ciudad.

Las teorías son variadas. Sin embargo, existe una explicación, que tiene gran evidencia y no pasa ni por conspiraciones ni por exposiciones xenofóbicas. Durante la administración de Maurice Armitage se diseñó e implementó un programa en alianza con USAID, la OIM y la Agencia para la Reincorporación y la Normalización denominado Tratamiento Integral de Pandillas. Este permitía a jóvenes que se encontraban en contextos de violencia, tener un acompañamiento social con enfoque restaurativo y de arte. Buscaba dificultar la vinculación de estos jóvenes a grupos ilegales y pandillas. Durante los 4 años de administración Armitage, el programa fue bastante exitoso. Inicio con aproximadamente 500 jóvenes, durante el primer año de gobierno, y para el 2019 contaba con 2.200 jóvenes y 60 pandillas vinculadas, con un costo cercano a los $6.000 millones.

Con la nueva administración, aunque Jorge Iván Ospina siempre pregonó banderas sociales y de continuidad en este tipo de políticas, el programa se acabó. Para 2021 el programa ya no aparecía en el presupuesto municipal. Los jóvenes fueron abandonados en plena pandemia por el gobierno de Ospina.

Es evidente que los programas de transformación social no dan frutos de la noche a la mañana. Deben ser continuos en el tiempo pues uno de los principales logros que tienen es la reconstrucción de la confianza.
Cuando la continuidad se pierde, la confianza se destruye y se vuelven a generar sentimientos de frustración y rechazo.

Entonces ante la pregunta ¿Por qué Cali? ¿Quiénes son los jóvenes que vemos bloqueando las vías de manera agresiva pero que claramente se ve que no pertenecen a una gran estructura? Son algunos de estos muchachos que fueron abandonados por la Administración Municipal hace más de un año, generando un resentimiento innecesario. Las agitaciones sociales fueron la excusa perfecta para salir a demostrar su inconformidad, que por su perfil, era de esperarse que fuera violenta.
Esto sumado a la financiación de grupos narcotraficantes que buscaban generar desorden para concentrar la atención de la fuerza pública en Cali y liberar presión en otras regiones del país para sacar toda la droga que por problemas logísticos durante la pandemia se encontraba retenida, fue la mezcla peligrosa. Se dieron pues todas las variables para que estos jóvenes destruyeran nuestra ciudad.

Hoy vemos en videos un alcalde ausente e impotente ante unos encapuchados que le gritan corrupto por los derroches de su administración. No son más que jóvenes beneficiarios de los programas sociales, que esta alcaldía decidió abandonar en medio de la pandemia porque era más importante destinar esos recursos a una feria virtual de $11.000 millones.

Tenemos un alcalde que lleva más de un año generando inconformidades en la población más vulnerables de la ciudad y ahora resulta que no sabe que hacer. Él es el culpable y en sus manos esta parte de la solución.