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Prioridades en el 2022

Es esencial que el MÍO y el tren de cercanías vuelvan al centro de la agenda no podemos continuar con una ciudad colapsada y sin opciones sustentables de transporte.

19 de diciembre de 2021 Por: Alejandro Éder

A dos semanas de concluir este año, es inevitable pensar que por primera vez en dos años estamos en medio de un respiro luego de una tormenta que se ha prolongado estos difíciles años. Los efectos de la pandemia, el desempleo, el empobrecimiento y una justificada insatisfacción popular, se mezclaron con los excesos cometidos durante el Paro Nacional, mientras la autoridad flaqueaba en su deber de garantizar los derechos y el orden. Aunque parece que la tormenta está pasando, nos quedan aún frescos los efectos de la crisis.

En apenas dos años, Cali sufrió un deterioro que la hizo retroceder una década en distintos frentes. No es cosa menor, si consideramos que en la última década Cali fue la que más contribuyó en la reducción de los homicidios a nivel nacional, la que más empleos formales creó y una de las capitales donde más se redujo la pobreza; alcanzó a reducirse en 20% en esos 10 años. También, la ciudad estaba haciendo un esfuerzo por consolidar un sistema de transporte masivo y empezó a hablar del tren de cercanías. Soplaban buenos vientos, sin imaginar lo que venía.

Lo serio es que el año 2022 marque un punto de inflexión para retomar la senda.

La lucha contra la inseguridad, la reducción del desempleo y avanzar hacia un modelo de movilidad sostenible son prioridades que Cali debe plantearse en el 2022 y en la década que apenas inicia. Por encima de cualquier cosa, es inviable una ciudad en la que al año se registran más de 1000 homicidios y 50 hurtos diarios y donde 200.000 ciudadanos no cuentan con un empleo e ingreso fijo. Una Cali sin calidad de vida no es lo nuestro.

En materia de seguridad la realidad es preocupante; este año 2021 será el primero en una década donde la tendencia de reducción de la tasa de homicidios se rompe. Llevamos 1174 homicidios al 15 de diciembre, un 16% más que en 2020, mientras se reportan hasta el momento 16.566 hurtos, que equivalen a 50 diarios. Esto mientras el Dane  revela que por tercer año consecutivo aumentó la percepción de inseguridad. No debería haber dudas de que esta es prioridad impostergable para 2022.

En cuestión de desempleo, la ciudad muestra una recuperación importante pero insuficiente. Hay 200 mil personas sin empleo y somos la segunda gran ciudad con mayor desempleo juvenil. Esto es terrible si pensamos no en los grandes números, sino en cada uno de los ciudadanos desempleados. Si no hay inclusión productiva no habrá inclusión social y mucho menos desarrollo real. Sectores como los servicios y los clústeres consolidados son claves para crear empleos formales. Se necesita un liderazgo público local que articule los retos y hable el idioma del crecimiento económico que necesitamos. Trabajar en formación de habilidades para el trabajo y bilingüismo son elementos sustanciales para dinamizar el mercado laboral caleño.

Es esencial que el MÍO y el tren de cercanías vuelvan al centro de la agenda no podemos continuar con una ciudad colapsada y sin opciones sustentables de transporte. La movilidad es un derecho ciudadano y recuperar el sistema de transporte masivo debe ser otra prioridad de todos los sectores. No podemos seguir anonadados ante la destrucción y el mal manejo del MÍO. Debemos además plantearnos que el tren de cercanías esté rodando en su totalidad antes del año 2030.

Finalmente, invito a la actual administración a que gobierne de manera transparente y de cara a la gente, y a los ciudadanos a que mantengamos los ojos abiertos y exijamos el buen manejo de lo que es de todos. La recuperación es solo posible si cada uno de nosotros pone de su parte.
Sigue en Twitter @alejoeder