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Lección marciana

El ser humano es capaz de alcanzar lo que se imagine, por más imposible que parezca, si así se lo propone.

15 de marzo de 2021 Por: Vicky Perea García

“Atrévete a cosas poderosas”. Muy pocas personas lo notaron en su momento, pero este lema estaba escrito en código binario en el diseño del paracaídas que aterrizó de manera exitosa el rover Perseverance de la Nasa sobre la superficie de Marte hace un mes. Esa frase fue pronunciada originalmente en un discurso por el presidente Teddy Roosevelt -de los más grandes que ha tenido Estados Unidos, ¡a pesar de ser quien nos quitó Panamá!- en 1889 y fue adoptada por el Laboratorio de Propulsión a Reacción -JPL, por sus siglas en inglés- del Instituto de Tecnología de California, la entidad académica en la cual se apoya la Nasa para desarrollar y operar naves espaciales robóticas.

Cada aspecto de esta misión espacial a Marte es absolutamente poderoso. Enviar cualquier objeto al espacio es en sí una tarea impresionante, es misión compleja y es desde luego muestra inspiradora del ingenio humano. Enviar un robot del tamaño de un carro al único otro planeta del sistema solar que los expertos prevén tiene condiciones parecidas al nuestro y lograr aterrizarlo sin percances y que éste logre comunicarse con sus operadores del JPL durante un mes de trabajos remotos, es aterradoramente fabuloso.

Los 54,6 millones de kilómetros que separan a al Tierra de Marte son tan distantes que el Perseverance tardó 7 meses en llegar viajando a 39 mil kilómetros por hora durante todo ese tiempo. Es tal la distancia, que las señales que intercambian el rover desde Marte y sus operadores en la Tierra y que viajan a velocidades extremas, tardan hasta 20 minutos en llegar de un lado al otro. Nada de esto ha sido obstáculo suficiente para los visionarios que están detrás de este proyecto y nada han echado por la borda.

Lo más asombroso de esta misión es que su principal objetivo no era simplemente lograr la hazaña de poner un vehículo de manera exitosa en el planeta rojo ni operarlo de manera remota desde la tierra por los próximos años. Lo más importante que están haciendo en Marte es determinar si alguna vez existió vida microbiana en ese planeta para validar que sí existe la vida fuera de la Tierra. También están recolectando datos y conocimiento para preparar una misión tripulada a Marte para la próxima década.

¡Y lo más increíble de todo! Lo van a lograr. ¿Saben cómo? Creyendo que es posible; preparando un equipo multidisciplinario conformado por los y las mejores, la caleña Diana Trujillo incluida; seleccionando por méritos; no achantándose con la complejidad del reto ni enredándose con pesimismos majaderos. Lo van a lograr porque el ser humano es capaz de alcanzar lo que se imagine, por más imposible que parezca, si así se lo propone.

Sin lugar a duda, ese ejemplo de berraquera, de empeño, de perseverancia es la verdadera lección marciana que nos deja esta misión. La próxima vez que alguien en nuestro país o ciudad nos trate de convencer que algún objetivo ambicioso es inútil porque será imposible de lograr, no nos dejaremos arrastrar. Todo está a nuestro alcance.
Desde construir alguna obra visionaria de infraestructura hasta lograr una Colombia verdaderamente democrática, incluyente y justa. Se puede triunfar. Y el que poco arriesga, poco gana. Les dejo la frase completa del presidente Roosevelt:

“Mucho mejor es atreverse a cosas poderosas, obtener triunfos gloriosos, aunque estén marcados por el fracaso, que ponerse en el rango de esos pobres espíritus que no disfrutan mucho ni sufren mucho, porque viven en el crepúsculo gris que no conoce ni la victoria ni la derrota".

Sigue en Twitter @alejoeder