Encontremos el camino

Hace un mes, en esta columna, compartí con ustedes mi afán sobre la amenazadora llegada del coronavirus a nuestro país. En ese entonces había 45 casos confirmados, el 70% eran importados y cero fallecidos.
Ayer, 12 de abril, alcanzamos 2709 casos confirmados, el 72% contagios locales y cien fallecidos. El avance preocupa, aunque no alcanzamos los 10 mil casos que proyectaban algunos epidemiólogos. Esto se debe sin duda a medidas como la cuarentena, medidas ciertamente insostenibles en el tiempo como lo demuestran los millones de colombianos que hoy están luchando el día a día. Para amenorar una eventual crisis económica además de la de salud, hay que establecer una responsable estrategia de normalización.

Sabemos que la pandemia apenas comienza, aquí y en el mundo, por lo tanto falta camino por trajinar y lecciones por confrontar. En lo recorrido hemos aprendido que las cuarentenas no sirven para derrotar el virus, sirven para conseguir tiempo valioso para la lucha al disminuir la tasa de contagio. La clave para derrotarlo está en cómo utilizamos el tiempo conseguido. Este debe ser para fortalecer la capacidad de respuesta médica; montar redes de apoyo social y romper la cadena de infección con más pruebas además de establecer la trazabilidad de los contactos.

En Colombia pareciera que hemos conseguido buen tiempo y las grandes ciudades como otras lo están aprovechando. Las redes hospitalarias se vienen fortaleciendo y articulando. Faltan aún elementos de protección y ventiladores, pero ya se están gestionando desde lo nacional y lo local.
Preocupa eso sí, la falta de alistamiento de ciudades como Buenaventura, Tumaco o Santa Marta. También preocupan las crecientes denuncias de corrupción. El Gobierno Nacional debe aprovechar estos 15 días para enfocarse en los municipios intermedios y debe aplicar medidas de transparencia.

Estamos haciendo más pruebas, alrededor de 3000 diarias, y de manera descentralizada. En el Valle hay seis laboratorios habilitados. Sin embargo, necesitamos multiplicar las pruebas para llegar a estándares internacionales. Para romper la cadena de contagio, faltan sobre todo más equipos humanos para determinar la trazabilidad de contactos. Los gobiernos locales deben jugar un rol importante conformándolos. En el apoyo social, ciudades como Cali se han movido de manera ejemplar para alimentar a los más vulnerables, a ello se suman actores privados.
Sin embargo, este enorme esfuerzo no logra resolver las necesidades de tantos.

Por esta razón y sin victorias anticipadas, es importante imaginarnos una salida escalonada de la cuarentena, ojalá arrancando en 15 días.
Atendidos los puntos expuestos, se debe direccionar desde lo nacional aperturas graduales locales, pues de los 1200 municipios de Colombia solo un centenar han detectado virus. Aprendamos de las empresas y organizaciones que siguen trabajando en medio de la pandemia aplicando con éxito medidas preventivas. Finalmente, hay que hacer pedagogía reiterativa y continua por todos los medios para preparar a la ciudadanía para convivir con el virus por los meses venideros.

No caigamos en el debate de si es más importante salvar vidas o reactivar la economía. La misma OMS define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social”. El bienestar económico repercuta en los tres aspectos. El camino hacia el bienestar necesariamente tendrá que pasar por un rescate económico para que sea sostenible y duradero. Seguro que con determinación e inteligencia lo encontraremos.