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“Test, test, test” con firmeza, y saldremos del otro lado.

26 de abril de 2020 Por: Alejandro Éder

“Test, test, test”, esta la advertencia del director general de la OMS, Tedros Adhanom, desde el principio de la pandemia del coronavirus, al mundo. Es imposible combatir y vencer un enemigo si uno no sabe donde está. Y lo cierto es que los países más exitosos en esta lucha, Alemania y Corea, lo han logrado a punta de pruebas -“Test, test, test”- y hoy están cerca del apaciguamiento del Covid-19. Desde el inicio de la cuarentena Colombia está aumentando las pruebas, pero aún estamos muy cortos, sobre todo ante la flexibilización del aislamiento que inicia hoy.

La tasa de pruebas actual del país es de 1,3 por cada mil habitantes. Comparativamente con el resto de América Latina estamos por debajo del promedio regional que es de 2,2 por mil, aunque el Valle es de 2,1. Los que más pruebas hacen en la región son Chile con 6,4 y Panamá con 5,3 pruebas por mil habitantes, y los que menos hacen van desde 0 en Nicaragua y entre 0,2 y 0,4 por mil en países como Honduras, Bolivia y México. En sí, la región está muy corta en pruebas tal como lo expresó con preocupación la misma OMS la semana pasada.

Corea y Alemania tienen tasas de pruebas de 11,6 y 25,1 por mil, respectivamente. Ellos además combinan el uso de pruebas PCR, las más sensibles, con el de las llamadas pruebas rápidas que son menos sensibles, pero dan el resultado en minutos. Complementan este esfuerzo con una intensa trazabilidad de contactos apoyada en la tecnología y equipos humanos. De esta manera identifican las personas que han estado cerca de un enfermo, les realizan pruebas y las aíslan de manera efectiva cuando dan positivo, también aíslan a los asintomáticos.

Si se sospecha que algún sector geográfico es foco de la enfermedad, se hace un tamizaje amplio con pruebas rápidas para validar o descartar la sospecha y tomar las medidas pertinentes.

Colombia debe aprender y replicar las mejores experiencias, de manera coherente y ajustadas a nuestra realidad. Tenemos que combinar el uso de pruebas PCR, que hoy usamos casi exclusivamente, con pruebas rápidas, hasta alcanzar una tasa por mil similar a la de Corea. A la vez, se debe hacer una trazabilidad de contactos exhaustiva de cada persona que da positivo por PCR y a todos esos contactos se les debe hacer una prueba PCR si son sintomáticos y rápida si son asintomáticos. Si estos segundos dan positivo, se debe confirmar el diagnóstico con una prueba PCR. De esta manera podremos identificar y aislar a los contagiados, incluyendo los asintomáticos que son el principal vector del virus. En sectores donde no existen condiciones para un aislamiento efectivo, como invasiones y barrios de vivienda social, se debe aislar los positivos en zonas de expansión hospitalaria como hoteles y centros de convenciones hasta que se recuperen.

Posteriormente, en ciudades como Cali y otras regiones del país, se deben hacer tamizajes con pruebas rápidas representativas de la mano de epidemiólogos en sectores donde se sospecha hay focos de Covid-19. Esto nos permitirá erradicar el virus en la fuente.

Estas prácticas nos abrirán el camino para retornar y retomar la dinámica social y económica.

Públicos y privados deben invertir recursos para realizar pruebas suficientes y para montar centenares de equipos humanos para trazar, identificar y aislar a los enfermos, aprovechando la tecnología consientes de nuestra idiosincrasia. Algunos dudan de este camino por costoso, aunque el más costoso sin dudas es la cuarentena eterna. “Test, test, test” con firmeza, y saldremos del otro lado.