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El cenit de la fiesta

Por más que se quiera acabar con la fiesta brava, la gente de hoy debe conocer su historia. Sería inaudito olvidarla.

15 de diciembre de 2020 Por: Alberto Silva

Por más que se quiera acabar con la fiesta brava, la gente de hoy debe conocer su historia. Sería inaudito olvidarla. En 1907 quince años después de la primera corrida al estilo español de la época, realizada en la plaza de madera construida en la Plaza de Armas cercana al actual Paseo Bolívar, se construye otra plaza también de madera, seguida luego de la que edifica don Fidel Lalinde. Posteriormente se levanta la Plaza Belmonte por los aficionados Tulio Concha, Severo Guerrero y José María Martínez. Le sigue la plaza Circo Estrella hasta que el 10 de noviembre de 1929 se inaugura la plaza Granada y en 1947 se construye La Motorista.

Hasta esa fecha pasaron por Cali aquellas figuras que se dignaban a torear sin perder cartel, dado que las plazas construidas -si podían llamarse plazas- no se equiparaban con las que por aquel entonces eran plazas de postín en España. De todos modos, muchos diestros españoles y americanos torearon en Cali para hacerse a algunos pesos que por aquellas calendas eran duros.

Luego de Tomás Parrondo ‘Manchado’ primer diestro que toreó en Cali, las bellas caleñas y los aficionados, admiraron, aplaudieron y también protestaron a ‘Facultades’, José Romero ‘Granadino’, Leandro Sánchez de León ‘Cacheta’ y Manuel Pineda ‘Tornero’. Ha de saberse que con anterioridad a esas fechas en Santa Fe de Bogotá como en Cali las fiestas de toros se hacían al estilo colonial tradicional, en poco parecido al estilo español. Valga pues decir que ambas ciudades tienen una misma tradición e igual fe de bautismo en esto de los toros; lo demuestra la iniciación de sus corridas formales a comienzos de la década de 1890.

Pero siguiendo con los diestros que han actuado en Cali en toda su época taurina aparecen los nombres de Luis Rodríguez ‘Piedra’, José Redondo ‘Chiclanero’, Juan Ruíz ‘Piñoncito’, José Casanave ‘Morenito de Valencia’, Francisco Carrillo y Antonio Olmedo Vásquez ‘Valentín’. Con la inauguración de la Plaza Belmonte aparecen en 1917 Ezequiel Rodríguez ‘Morenito’ y Antonio Villa ‘Villita’. Más adelante debutan Enrique Fernández ‘Carbonero de Madrid’, Isaacs Olivo ‘Meri’, Andrés González ‘Mellaito’ y Juan García ‘Juanito’. En 1918 se dejan ver ‘Espejo y Reverte’, al igual que lo hizo José García ‘Alcalareño’.

Le toca el turno al ‘Papa Negro’, Manuel Mejías Rapela ‘Bienvenida’ que marca un hito en la villa de Santiago de Cali, un acontecimiento que ha quedado escrito para la historia con la pluma del escritor de la tierra Jesús María Bonilla y Mejías ‘Machaquito’. De aquella fecha a esta parte se destacan ‘Machaquito de Sevilla’, Julián Saiz ‘Saleri’. Manuel Álvarez ‘Andaluz’, Morenito de Saragoza y Rafael Gómez ‘El Gallo’.

Al conmemorar el cuarto centenario de Cali en 1937 hay acontecimiento sensacional con la aparición en la arena de Alfredo Corrochano matador de toros con alternativa en Madrid.

De 1940 en adelante, se hace cargo Pepe Castoreño de la cronología e historia de las corridas de toros en Cali. Inmenso material testimonial aporta este singular escritor vallecaucano en su obra con la que da continuidad a la tarea emprendida por don Jesús María Bonilla y Mejías ‘Machaquito’. Gracias a ese material recopilado conocemos la presentación en las plazas de Cali, de Cayetano Palomino, Pepe Gallardo y Joaquín Rodríguez ‘Cagancho’, así como también la trilogía de los hermanos Domingo, Pepe y Luis Miguel Dominguín. En la inauguración de la plaza del circuito de motoristas debuta Alfonso Ramírez ‘Calesero’ y Luis Briones, luego hacen su aparición el mejicano Edmundo Maldonado ‘El Tato’ y Feliz Rodríguez.

Entonces la fiesta taurina se trasladó a Palmira con la inauguración de su plaza de toros Agustín Barona Pinillos construida en ladrillo, concreto y cemento en 1949.