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Buga ganadera

Cualquier desprevenido colombiano menor de 60 años, a duras penas sabe que...

27 de julio de 2011 Por: Alberto Silva

Cualquier desprevenido colombiano menor de 60 años, a duras penas sabe que la Feria Exposición Agropecuaria de Buga es la más antigua del país. Los colombianos somos adictos a olvidar el pasado o a contarlo tergiversado o amañado. En su papel de conservar el registro del protagonismo y gestión de nuestras ciudades, la gente de ahora apenas conoce lo sucedido desde la aparición del celular hasta hoy. Por eso mismo ignora el determinante papel desempeñado por la Ciudad Señora en el desarrollo y establecimiento de las demás ferias y exposiciones de este tipo en Colombia.Hace seis décadas el valle geográfico del río Cauca, era más ganadero sobre cualquier otra actividad del agro. Poseía 1.200.000 cabezas de ganado que pastaban en 215.000 hectáreas sembradas con gramíneas y leguminosas que le permitía el desarrollo de una ganadería ejemplo para el país. Se había iniciado desde la década de los cuarenta de manera intensiva, la importación de razas de ganado lechero de Europa y sobre todo de Norteamérica para ser aclimatadas al medio tropical en un proceso técnico, médico-veterinario, laborioso y de mucho costo, que permitía el mestizaje con las razas criollas existentes. Se convirtió así el Valle en la región paradigma de la explotación lechera en el trópico, especialmente en Buga. Paralelo a este proceso lechero y con anterioridad a él, algo parecido había ocurrido con razas especializadas en producción de carne.Ante el furor de la ganadería, los bugueños deciden montar la primera Feria Exposición Ganadera en Colombia que comenzó a movilizar anualmente a muchos ganaderos del país, quienes buscaban en ella los últimos adelantos en esa disciplina. Aparecieron entonces los concursos para el mejoramiento de los fenotipos lecheros de las diferentes razas bovinas. Se inician los concursos equinos, porcinos y demás especies menores, y remates, que traen consigo la exhibición de maquinarias de labranzas y la promoción de los diferentes productos del agro. Se convirtió Buga de esta manera en la decana de las ferias agropecuarias del país. Poco tiempo después la imitaría Bogotá y en seguidilla el resto de ciudades colombianas con vocación ganadera.En la década de los años setenta del siglo pasado, los ganaderos venezolanos establecidos en zonas tropicales de su país y ante la bonanza petrolera, pusieron sus ojos en el hato lechero vallecaucano y junto con ganaderos de la Costa Atlántica colombiana, cayeron sobre él con avidez, para aprovechar el valor genético de producción y resistencia que ya tenían los semovientes después de más de cuarenta años de aclimatación al medio tropical. El éxodo por compra masiva fue terrible, agravado con las penurias que padecían los lecheros en aquel momento.La presión agrícola hizo su papel para la disminución drástica de la ganadería vallecaucana, pero, aún así, Buga siempre ha estado presente con su certamen -aunque ya sin el carácter de antaño- que reivindica su ancestro ganadero de siglos. Como nota al margen y para reiterar el papel de la Feria Exposición bugueña, como emblema del sector ganadero de la región, se debe destacar que el Valle del Cauca no es solamente agrícola. A la fecha posee un inventario ganadero de aproximadamente 550.000 cabezas, ligeramente superior al del departamento de Arauca, al cual se considera netamente ganadero y petrolero. Cómo engaña la vista. ¿No?Buga durante su historia ha sido colonizadora, libertadora, ganadera y agricultora. Es innegable también su porte docente, porque no de otra manera se explica su terquedad en convocar durante tanto tiempo a gran parte de los citadinos del Departamento y a sus vecinos, a un reencuentro con el campo, concentrado en el perímetro de su coliseo.