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Cuando cualquier colombiano se apresta a viajar al Valle trae una imagen...

2 de agosto de 2012 Por: Alberto Silva

Cuando cualquier colombiano se apresta a viajar al Valle trae una imagen preconcebida de la región y su capital. Salida de lo que los medios le han inculcado consciente o inconscientemente de forma negativa, o lo que cuentan personas que ni siquiera han venido a la región. Por eso su asombro cuando comienza a ver cosas distintas. Por ejemplo, que el Valle no está quebrado. Lo que ven sus ojos son amplias autopistas, florecientes empresas y una región en pleno desarrollo.No le deslindan al visitante la situación del Valle como ente político-administrativo, del netamente privado. El primero conformado por el equipo escogido por el voto popular: el de la corrupción, el caos y el que verdaderamente está sin recursos económicos, con deudas hasta el cuello. Pero el otro, el que muestra el empuje de una región en evolución, con obras en ejecución por doquier, con nuevas empresas haciendo cola en las Cámaras de Comercio con la llegada de nuevos inversionistas, con más universidades, más hoteles, más proyectos viales, preocupado por el cambio ambiental, con los centros de investigación agrícola más importantes del país; ese ente que asombra a los visitantes, con ciudades de peso específico en su aspecto y en su desarrollo; ese que infortunadamente es tapado y manchado por el primero. Sí, claro, con la inseguridad que la hay en todo el país, pero en eso no es el primero.Hay que recordar que el Estado es la más grande de las empresas nacionales, con sucursales en los departamentos y municipios. Es el ente político administrativo. La única empresa que no necesita vender su producto porque éste ya está vendido mucho antes de producirlo. Allí, a sus tesorerías llegan riadas de dinero que deben administrarse con las normas y fines universalmente reconocidos. Eso ya está inventado. La forma de administrar esos recursos es el problema del cuento. Tarea que deben cumplir ahora el Gobernador y el Alcalde de la capital vallecaucana ante la mirada expectante de toda la Nación.Por eso la importancia de aclararle a la opinión nacional, quién o qué es lo que está quebrado, ¿el Departamento como ente político administrativo o el netamente privado: el de los negocios, las nuevas empresas, el de la salud, el deporte o el de las exportaciones, entre otros? Por Dios, aprendamos a deslindar siempre eso, de una vez antes de abrir la boca, para no ver y escuchar el lamentable caso de dirigentes notables escupiendo para arriba sin ningún reato de conciencia, a sabiendas de que los escupitajos les van a caer a sus hijos. Al vallecaucano le falta salir a ver otras regiones para apreciar la notable ventaja que lleva la región frente a otras que mucho se promocionan, cosa que acá estamos en mora de practicar con más énfasis, por tener muchas, muchísimas cosas buenas que mostrar. Le corresponde a las empresas turísticas de todo género la misión de informar a sus usuarios la verdadera trascendencia de esta región en Colombia antes de traerlos a visitarla. Y a los medios establecer estrategias y normas para tratar con mucho cuidado su imagen, que les está dando de comer.Estamos a las puertas de ver a la región convertida en un filón turístico, precisamente por sus especiales características y no podemos promocionar en forma negativa, señalando a los que nos visitan sus defectos, que son iguales en sus tierras de origen.