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Un libro con alma

Antes de iniciar esta columna quiero decir que, por razones de espacio,...

30 de marzo de 2011 Por: Alberto José Holguín

Antes de iniciar esta columna quiero decir que, por razones de espacio, me tomé la libertad de editar los apartes que aparecen entre comillas, sin cambiarles el sentido. Y hecha esta confesión, calificar como un libro con alma el que acaba de publicarse con el nombre de ‘El Club Campestre de Cali, Santuario de Vida Silvestre’, porque trata un tema que cada día toma más importancia en el mundo, aunque aquí apenas estamos empezando a valorar.El doctor Juán Felipe Raffo, presidente del Club, en la página de presentación de la obra dice: “Esta hermosa edición, que se convierte en testimonio cultural de preservación del patrimonio natural de nuestra región, muestra bellas imágenes capturadas por los más sensibles lentes y acompañadas por la investigación de destacados científicos, quienes destacan el valor de la interacción que habita en los distintos ecosistemas del Campestre de Cali, al permitir el flujo de distintas especies y la liberación de oxígeno de este magnífico corredor biológico en la ciudad. La obra se constituye en un tributo a la protección y conservación ambiental que este refugio de vida silvestre aporta a Cali, resaltando a la vez la responsabilidad social del Club y su indeclinable compromiso de 80 años de cuidar estos escenarios de vida natural como un legado para futuras generaciones”.En 212 páginas divinamente impresas, hay 196 fotografías a color que como un arco iris nos muestran la variedad de especies animales y vegetales que gracias al cuidado del Club han subsistido en su ambiente natural a lo largo de tantos años. Desfilan en ellas infinidad de aves, anfibios, reptiles y mamíferos en medio de una vegetación a veces exuberante y en ocasiones tranquila, pues mezcla agua con flores, flores con árboles y árboles con más agua en las muchas quebradas, acequias y lagos que orquestan un conjunto armónico y perfecto. La coordinación técnica del libro fue dirigida por el doctor Jorge Orejuela Gartner, director del Jardín Botánico de Cali y profesor universitario, quien en el prólogo de la obra dice: “Este libro destaca la biodiversidad y el paisaje de 125 hectáreas conservadas con esmero por el Club en sus 80 años de existencia. En ellas se registran no menos de 230 especies de plantas, 120 de árboles y 50 de arbustos. En su fauna silvestre se encuentran más de 151 especies de aves, 20 de mamíferos, 8 de anfibios, 12 de reptiles, 15 de peces y unas 130 de mariposas”. Y termina diciendo: “La publicación de este excelente documento es de gran trascendencia porque el predio del Club es un refugio de biodiversidad, conservado de manera efectiva. Su diversidad biológica y los servicios ambientales de este paisaje extraordinario sólo podrán continuar si entre todos nos empeñamos en protegerlos para siempre. Ésto no es el resultado del azar, sino la consecuencia de las acertadas decisiones tomadas con sensatez en el pasado. Ojalá las generaciones futuras nos puedan juzgar con gratitud por estar tomando similares decisiones en el presente”. Qué tristeza da que nuestras autoridades municipales en vez de proteger, como es su obligación, a entidades que hacen una labor tan ejemplar para la ciudad como el Campestre, permitan que algunos funcionarios de segundo nivel desfiguren la verdad y a base de abusos siembren la duda sobre la legitimidad de la titulación de las tierras que desde hace 80 años pertenecen al Club.