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Una larga lista de pedidos espera al Papa durante su visita a Bolivia

Entre otras, Francisco deberá escuchar la retahíla de quejas de los delegados de unos 4.000 presos que viven hacinados en la cárcel de Palmasola, que van desde retardación de justicia hasta condiciones infrahumanas de detención.

3 de julio de 2015 Por: Elpais.com.co l AFP

Entre otras, Francisco deberá escuchar la retahíla de quejas de los delegados de unos 4.000 presos que viven hacinados en la cárcel de Palmasola, que van desde retardación de justicia hasta condiciones infrahumanas de detención.

Además de anunciar una serie de "sorpresas" en su gira por Latinoamérica, el Papa Francisco deberá atender solicitudes de amnistía para presos y autoexilados políticos hasta demandas de atención a las regiones la semana próxima a Bolivia.

Un grupo de familiares de opositores al gobierno, encarcelados por un caso de secesionismo en 2009 que no prosperó, inició protestas públicas en Santa Cruz, la ciudad del este de Bolivia donde el Papa desarrollará el grueso de su actividad.

"Somos madres, esposas, hijas e hijos, hermanas y hermanos de 34 familias cruceñas que reverenciamos a su Santidad, el Papa Francisco, para que interceda ante el Gobierno de Evo Morales y decrete una amnistía general a todos los acusados", plantearon en una carta entregada al cardenalato de esa región.

Estas personas están acusadas de armar una milicia civil para iniciar una guerra secesionista en la próspera región de Santa Cruz y de supuestamente planear un atentado contra el presidente Evo Morales.

En abril de 2009 la policía abatió a tiros al boliviano-croata Eduardo Rózsa y a sus compañeros Michael Dwyer (irlandés) y Arpad Magyarosi (rumano-húngaro) . En el mismo operativo fueron arrestados Mario Tadic y Elod Toasó, que en febrero fueron liberados. 

Sin embargo quedan algunos prisioneros y la Fiscalía General sigue intentando descubrir los nexos políticos y militares de Rózsa Flores, lo que respalda el gobierno pero pone en duda la oposición.

Francisco se encontrará también, salvo que el gobierno negocie con los involucrados, una marcha de protesta de dirigentes regionales de Potosí, quienes quieren hacer notar la supuesta desatención a su región, emporio de la plata en épocas coloniales.

Un grupo civil de La Paz pretende también llegar a Francisco para hacerle conocer fallas en la administración de justicia y una larga lista de supuestas violaciones a los derechos humanos, según el dirigente civil de El Alto, Roberto de la Cruz.

Además "en Bolivia no hay respeto a la Constitución porque ahora (Morales) hace pedir su reelección" para un cuarto mandato, de 2020 a 2025, para lo cual debe modificar la carta magna, protestó De la Cruz.

Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, dijo esta semana en Roma que el Papa no diría "específicamente nada de naturaleza política". Francisco deberá, sin embargo, escuchar la retahíla de quejas de los delegados de unos 4.000 presos que viven hacinados en la cárcel de Palmasola, en Santa Cruz, que van desde retardación de justicia hasta condiciones infrahumanas de detención.

En Palmasola "hay como una revolución total para recibir al Papa", sostuvo el sacerdote Leonardo da Silva, respecto a los preparativos por la visita del pontífice.

Sorpresas en la gira por Latinoamérica

El profesor uruguayo Guzmán Carriquiry, el único laico en un alto cargo en la Curia Romana, quien acompañará al Papa Francisco en la gira por América Latina, asegura que no faltarán "las sorpresas" durante su periplo por Ecuador, Bolivia y Paraguay.

"El Papa va a comunicar con su pueblo en lengua materna. Va a potenciar su expresividad y su libertad. Nos esperamos muchas sorpresas y salidas fuera de los discursos", anticipa Carriquiry, vicepresidente de la Comisión Pontificia para América Latina.

Carriquiry, quien desde hace 40 años está al servicio de la Santa Sede, considera clave los países escogidos para lo que considera la "primera visita" del Papa a América Latina. "La de Brasil en 2013 fue un viaje apostólico con motivo de un acontecimiento internacional y no una visita pastoral", sostiene.

Al elegir tres países que no figuran entre los grandes de América Latina, "ni siquiera medianos", recalca, el Papa argentino decidió comunicar con esa enorme "clase media popular" que ha salido de la pobreza en el último decenio.

"Hace 30 años, cuando los visitó Juan Pablo II eran países con una pobreza generalizada, con enormes desigualdades sociales, una inestabilidad política impresionante y una iglesia muy polarizada", recuerda. "Hoy después de doce años de bonanza y crecimiento económico impresionante, siguen creciendo, se prevé que en 2015 van a crecer 4 y 5%", sostiene.

Con los nuevos latinoamericanos

A esos nuevos latinoamericanos, liderados por "gobernantes pragmáticos", dice, el Papa se presenta con dos documentos, sus dos encíclicas, "Evangelii Gaudium" y "Laudato Si'" , que "contienen todas sus enseñanzas", dice.

"Va a hablar de los grandes problemas ecológicos y ambientales de esos países y de la cultura del encuentro, de derribar muros, suscitar convergencias", adelanta el uruguayo, quien ha colaborado en la preparación de diversos viajes pontificios en América Latina.

"El tema de la familia va estar muy presente", reconoce.  "Va a hablar mucho en Ecuador de la familia, de la colonización ideológica porque el presidente Rafael Correa ha sido muy duro con la 'teoría del gender', del género", asegura.

"El Papa siempre dice 'de las periferias se ve mejor el conjunto'", repite Carriquiry. "Desde esos países Francisco va a mirar el conjunto de América Latina y ese conjunto está atento e involucrado. Después va a proseguir con Cuba", asegura.

"Va a insistir mucho con los líderes políticos y sociales sobre el tema de la cooperación, de la fraternidad y la integración de los pueblos de América Latina", sostiene.  

El experto en asuntos latinoamericanos, de 71 años, que fue colaborador de Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI, reconoce sin embargo de que se trata de un viaje agotador.  

"Es un viaje muy exigente para el organismo, subidas y bajadas. Pero estamos acostumbrados a que el Papa se fije agendas extremadamente exigentes para sí mismo. Es decir, no se cuida bastante. Se abandona a la Providencia y se entrega hasta el último resquicio de su cansancio", recalca con tono entre admirado y preocupado. 

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