Tras dos años, la reconstrucción de Chile sigue en veremos

La demora de las obras se agudiza con la politización del tema.

Cuando Luly Sierra se asoma al antejardín de su casa, ubicada en la Avenida Salas con Prieto, en Concepción, Chile, no puede evitar estremecerse frente a los aún evidentes daños dejados por el terremoto de 8,8 grados en la escala de Ritcher que padeció la población hace dos años y que provocó la muerte de por lo menos 700 personas. Edificios de más de diez pisos, que permanecen baldíos e inclinados, amenazando con caer sobre las viviendas del sector, alertan a la mujer de 56 años que busca, “a toda costa, olvidar esa fecha”. “Basta con caminar por las calles o tratar de andar en los vehículos para darse cuenta de que, después de este tiempo, la destrucción está latente”, denuncia con repudio Luly, quien también afirma que los damnificados jamás han recibido tratamiento psicológico para alivianar el temor que se sembró ese oscuro 27 de febrero.Tratamiento que les resultaba necesario dado que tardaron 45 días en volver a lo que quedaba de sus casas y más de un año para poder volver a mirar al mar.Y, al parecer, el enfado de los chilenos en torno a dicha tragedia es general. En primer lugar porque unas 3.000 familias damnificadas, según datos oficiales, pasarán un tercer invierno en campamentos de precarias casas de madera.Además, como señala apesumbrada Luly, la anarquía que ‘reinó’ luego del temblor dejó económicamente inestable a las distintas regiones afectadas “y recuerdo que un intendente de apellido Toha se negaba a intervenir con oficiales para no dar una mala imagen del país”. Así, el segundo aniversario del desastre encuentra al mundo político de este país enfrascado en una guerra de acusaciones sobre por qué no se alertó del maremoto y por las cifras de avances en la reconstrucción, pero lejos de los apesadumbrados damnificados.El presidente Sebastián Piñera atacó el pasado viernes al Gobierno anterior en un acto en la base naval de Talcahuano, puerto arrasado por el tsunami, mientras que Bernardo Navarrete, académico de la Universidad de Santiago, explicó que estos ataques se deben a que “la mejor forma de enfrentar la campaña presidencial es judicializar la política, es decir, involucrar a los tribunales en su decisión y tomar réditos políticos, que están centrados en la figura de la ex presidenta Michelle Bachelet”.