Sudamericanos invierten en la Luna

Brasileños, chilenos y argentinos figuran en la lista de insólitos compradores de un terreno en el satélite terrestre. Algunos de ellos también se animaron a una parcela en Marte.

Si usted quiere diversificar la colocación de su dinero y destinar una pequeña cuota a inversiones alocadas a largo plazo, o hacerle un regalo original a su nieto, nada mejor que comprarse un lote de 4.000 metros cuadrados en la Luna. Una parcela está en oferta a 19,99 dólares, más US$ 1,51 de impuestos, 2,50 dólares para que su nombre esté impreso en la foto satelital que le manden de su terreno y US$ 12,50 de envío a cualquier lugar del mundo. Esto hace un total de 36 dólares y medio por el título de propiedad, que se entrega con un certificado personalizado de la escritura de compra, una foto por satélite de la propiedad e información geográfica para ayudar a localizarla. Los mayores inversores hasta ahora han sido ciudadanos brasileños, quienes ya ostentan un patrimonio de 4.000 hectáreas en la Luna. Aunque detrás de ellos hay casi 2.000 argentinos que tomaron posesión de otras 2.000 hectáreas, e incluso 252 de esas personas también compraron un lote en Marte. Fue por el mismo precio, pero con la ventaja de que no tuvieron que abonar el envío dos veces, por lo que se ahorraron 12,50 dólares. A su vez, un grupo de 1.000 chilenos también adquirió un sector de la superficie lunar. Por su parte, la Embajada Lunar comercializa pasaportes de la Luna, Marte o Venus por US$15, más cuatro dólares de gastos de envío. Claro que para acceder a este documento, antes hay que ser poseedor de un terreno en alguno de esos planetas. El pasaporte lleva dos fotos que se deben enviar: una del comprador y la otra puede ser de un familiar, amigo, perro, gato o extraterrestre, siempre a gusto del consumidor. Además se venden relojes lunares a 40 dólares, remeras a US$ 19, tazas a 8, lapiceras a 7, gorros a 19, buzos a 30 y hasta camperas de cuero a 400 dólares. Y todos esos productos llevan, por supuesto, la insignia de la Embajada Lunar.