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Siria, urge una salida para el caos por enfrentamientos entre régimen y opositores

Estados Unidos y Rusia encabezarán en unos días una conferencia internacional en Ginebra para abordar la grave situación de Siria. Crece la tensión.

19 de mayo de 2013 Por: Sal Emergui | Corresponsal de El País, en Medio Oriente

Estados Unidos y Rusia encabezarán en unos días una conferencia internacional en Ginebra para abordar la grave situación de Siria. Crece la tensión.

Las espeluznantes imágenes captadas en Siria de un oficial rebelde arrancando el corazón de un soldado aceleran con dramatismo las desesperadas gestiones de la comunidad internacional para encontrar una solución al sangriento caos en Siria. Más de dos años y alrededor de 90.000 muertos después, sigue la pesadilla.Los dos ataques aéreos israelíes contra un cargamento de misiles sofisticados iraníes en territorio sirio que supuestamente iban destinados al grupo libanés Hizbulá y las líneas rojas de Israel y Estados Unidos sobre el uso de las armas químicas acompañan la búsqueda de una fórmula que conlleve al fin del poder de Assad sin convertirse en una zona anárquica y explosiva para toda la región.Estados Unidos y Rusia, distanciadas entre otras cosas por Siria y el futuro del clan Assad, encabezarán en unos días una conferencia internacional en Ginebra. Con el único apoyo de Rusia-más allá del militar de Irán y el grupo chií Hizbulá en el terreno- Asad confía en la cumbre para garantizar su futuro.Aunque en las ultimas semanas ha intensificado su represión, Asad se encuentra con cada más dificultades, deserciones, criticas y dilemas. Tras dos años de desgaste y aislamiento regional y mundial, Asad aún tiene la potestad de elegir la opción para acabar el conflicto. Con un régimen cada vez más debilitado y por tanto cruel en su resistencia y una oposición cada vez más dividida y por tanto ineficaz, la irrupción del factor israelí puede alterar el panorama.Expertos en la zona consideran que el próximo ataque israelí contra algún convoy de armas que haga el camino de Damasco al Líbano será respondido de forma inmediata por Siria. Asad ha leído en el diario The New York Times la cita de un alto funcionario de Jerusalén:“Si Asad responde y ataca a Israel, o intenta atacar a través de grupos terroristas que actúen en su nombre, se arriesga a la caída de su régimen porque Israel responderá”.Tras los tres ataques aéreos israelíes contra el arsenal iraní, Asad dejo entrever que dio luz verde a grupos palestinos a atacar la zona del Golán, ocupada por Israel desde la guerra del 67.A raíz de esta realidad tan compleja y peligrosa, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu viajó esta semana a Rusia para reunirse con el presidente Vladimir Putin. Más allá de dialogar sobre el proyecto nuclear iraní y el estancado proceso de paz israelopalestino, trataron básicamente sobre Siria. Rusia es uno de los pocos puntales de Asad en el mundo, básico de cara a la próxima conferencia y se opone a una intervención militar al estilo libio.Según diversas fuentes, Putin se negó a la petición israelí de no proporcionar los misiles sofisticados de defensa aérea S-300. La posición de Moscú es respetar los acuerdos ya firmados lo que viene a decir que no frenará dicha transferencia que Israel teme al considerar “estratégica” por su precisión y porque puede acabar en manos de Hizbulá en el Líbano. No hay duda que Rusia seguirá armando al Ejército sirio como el último envío de misiles sofisticados tierra-mar Yakhont.Putin no lucha para salvar la cabeza de Asad sino por los intereses económicos y geopolíticos de Rusia en la región. Teme que la desintegración siria le deje sin ese importante trozo de la tarta regional y actúa para no perder influencia y fuerza frente a EE.UU. Ambas superpotencias colaboran para organizar la cumbre en Ginebra pero sin dejar de defender sus bazas.Obama, por su parte, desea el fin del régimen de Asad pero no como resultado de una operación militar llevada a cabo por su país. Al presidente norteamericano le es muy importante-si nos atenemos a sus palabras- una alianza mundial sobre Siria. “Continuaremos intentando movilizar a la comunidad internacional en su conjunto. Esto no va a ser algo que EE.UU haga solo (…) Asad ya no tiene legitimidad y se tiene que ir”, declaró Obama hace unos días en la rueda de prensa conjunta con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. Este exaliado de Asad es hoy uno de sus principales enemigos.Turquía, los países del Golfo, China, Francia e Irán son los otros actores decisivos en el desenlace de la cumbre y del conflicto sirio.De momento ahora se negocia intensamente la lista de participantes y la agenda de la reunión. Una vez se llegue al acuerdo, vendrá lo más difícil, pactar una solución entre régimen y oposición y un compromiso internacional.

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