Renuncia primer presidente negro de la Corte Suprema de Brasil

El juez, que asumió el cargo hace un año y medio, sufre una enfermedad en la columna que lo aleja del ambiente político.

El popular magistrado Joaquim Barbosa, primer presidente negro de la Corte Suprema de Brasil, renunciará al cargo que asumió hace un año y medio, así lo anunció este jueves el jefe del Senado. "El ministro vino a despedirse. Estará dejando el Supremo Tribunal Federal. Dijo que se va a jubilar el próximo mes. Lo sentimos mucho porque él es una de las mejores referencias de Brasil", dijo el presidente del Senado Renan Calheiros después de una reunión con Barbosa. Barbosa, de 59 años, que también se reunió con el presidente de la Cámara de Diputados, no habló con la prensa en su visita al Congreso. Dijo que explicaría su decisión en el "momento oportuno". El juez, considerado por parte de la población como un eventual presidenciable, sufre de un problema en la columna que lo obliga muchas veces a dar sus discursos de pie y del cual se ha tratado en Alemania. Barbosa se reunió antes con la mandataria Dilma Rousseff. "Fue un encuentro reservado", dijo la oficina de prensa de la Presidencia. Barbosa condujo con mano de hierro el publicitado juicio que condenó a 25 empresarios y políticos por la compra de votos en el Congreso durante el primer gobierno del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), incluido el exjefe de gabinete José Dirceu. En redes sociales y caricaturas, Barbosa era representado generalmente por Batman debido a su imagen de justiciero y también a su larga capa negra de magistrado. Hijo de un albañil y una limpiadora, el magistrado asumió el cargo a los 58 años en una histórica conquista social para un país donde los afrodescendientes son mayoría, pero han sido relegados de los puestos de poder. Después de su actuación en el llamado "juicio del siglo" se afianzó su fama de implacable luchador contra la corrupción al punto que llegó a ser considerado en algunas encuestas como posible candidato a la presidencia de Brasil, tampoco nunca ocupada por un negro. El magistrado, que fue nominado al STF por el propio Lula, dijo en 2013 que no tenía "la más mínima intención de ser candidato" .